Lo que se veía venirse llegó. Los taxistas fueron agregados a la mira de las autoridades del Tránsito que ahora velarán para que se acabe para siempre el muy conocido "no voy".
A pesar que muchos conductores se niegan a llevar a los pasajeros porque los destinos son muy peligrosos o hay mucho tranque, ninguna de estas dos será considerada excusa válida para negarse a presentar el servicio.
El sistema de transporte debe ponerse a tono de los países en vías de desarrollo que ya buscan la manera de ofrecer servicios de calidad y Panamá va por esa ruta. Lo transportistas parecen no entender la filosofía de "curtomer services" o servicio al cliente que debe ser el norte en la cultura de atención, sea cual sea el servicio que se preste.
La mejor manera para entender que los tiempos deben cambiar es tratar a los pasajeros como si se estuvieran tratando a ellos mismos. Si no lo hacen con amor, nunca podrán tener a una clientela satisfecha.
La nueva reglamentación, no solo intentará acabar con el "no voy" sino que además evitará que la unidad vehicular se convierta en una transporte colectivo, es decir, se respetará que sea un sólo usuario el que viaje en el taxi y no otras personas extrañas como ocurre actualmente.
Aunque el asunto del tranque es una gran verdad, la autoridades deben introducir al país una especie de taxímetro que marque el tiempo o la distancia para hacer justicia tanto a usuarios como a los transportistas.