No hay duda de que la tarima principal de los Carnavales capitalinos se dividen en dos partes, antes de lunes y después de. Y es que antes de la noche del lunes Carnaval la tarima estuvo aburrida, el público exigía más alegría y los artistas, en su mayoría salseros, se quedaron cortos.
Pero la noche de el lunes, todo cambió. Los presentes se despertaron del letargo para quedar con las manos arriba. El merengue, reggae y reggaetón se apoderaron de la tarima, y lograron que por las venas de los fanáticos corriera la locura de las fiestas carnestolendas.
La que inició la "ponchera" fue "La Willa" Demphra cuando salió interpretando uno de sus más recientes éxitos "Ahora hay otro en mi vida".
El atuendo sexi de "La Willa" dejó a muchos hombres con la boca abierta y como el público quería escuchar temas movidos Demphra los complació y cantó algunos de sus canciones del recuerdo como: "La quita marido", "Tilin, tilin", "Push", entre otros. Para cerrar su participación interpretó a dúo con Eddy Lover la canción "Perdóname".
El "pequeño de la banda" acompañado de un grupo de bailarines, tampoco se dejó e interpretó varios de sus afamados temas.
Para cerrar con la tanda de Panama Music, apareció en tarima Makano, quien enamoró al público al son de sus éxitos "Te amo" y "Déjame entrar".
EL TURNO DE "EL ABAYARDE"
"No tiene novio quiere vacilar 'na más" fue el corito que puso a todos eléctricos, y que les avisó a los fanáticos que era el turno de Tego Calderón, aunque minutos después cuando el boricua interpretó otros temas, los ánimos se fueron bajando, pues los panameños no se sabían esas canciones.
EL ROOCKIE LO VUELVE A HACER
Siguiendo con la onda del reggae el Roockie fue el siguiente en aparecer en escena interpretando parte de su repertorio, el que fue coreado por el público a todo pulmón.
Los más esperados de la noche fueron Sergio Vargas y Eddy Herrera, quienes habían anunciado un mano a mano, aunque una de las bocinas se les dañó y la presentación se retrasó más.
Al final, Sergio Vargas y Eddy Herrera salieron a la tarima y aunque la gente estaba un poco desanimada con la espera, después no dejaban de cantar y bailar los temas de ambos merengueros.