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CONSULTORIO MEDICO
Una dieta especial para controlar la epilepsia
Dr. Hiller
ESTIMADO DR. HILLER: He o�do decir que la epilepsia infantil a veces puede controlarse mediante una dieta. �De qu� dieta se trata? �Sirve tambi�n para los adultos?. ESTIMADO LECTOR: Una dieta especial rica en grasas llamada �dieta ketog�nica� puede reducir a la mitad la intensidad de los ataques entre los ni�os con dificultades para controlar dichos ataques epil�pticos. Aunque se utiliza b�sicamente para los ni�os, parece que esta dieta sirve tambi�n para los epil�pticos adultos. Los alimentos ricos en hidratos de carbono y almid�n son el combustible m�s adecuado para el cuerpo humano, pues proporcionan energ�a de un modo inmediato. Las grasas, por otra parte, son destinadas por el organismo como reserva para que sean utilizadas cuando no pueda disponerse de hidratos de carbono; por ayuno, en caso de inanici�n o a causa de una dieta ketog�nica. En tales ocasiones, el organismo quemar� las grasas para obtener energ�a, primero agotar� las grasas de los alimentos consumidos y luego se servir� de las grasas almacenadas. Se tiene constancia de que la actividad f�sica decae durante el ayuno desde los tiempos b�blicos. En 1921, un investigador simul� un cuadro m�dico de inanici�n para desarrollar una dieta que obligaba al organismo a usar las grasas m�s que los hidratos de carbono para producir energ�a. Cuando el organismo quema las grasas, se producen unas sustancias qu�micas llamadas ketones; de ah� dieta ketog�nica (que produce ketones). En la dieta ketog�nica �cl�sica�, la proporci�n de calor�as obtenidas de grasas en relaci�n a dietas sin grasas (hidratos de carbono y prote�nas combinados) es normalmente de 3 a 1 o de 4 a 1. En una dieta normal, esta proporci�n es aproximadamente de 1 a 2 o de 1 a 3. Adem�s, la cantidad total de calor�as asimiladas en una dieta ketog�nica es un 75% de la que se produce en una dieta normal, igual sucede con los fluidos cuyo porcentaje es similar. Normalmente la dieta ketog�nica se aplica de un modo gradual, seguida de uno o dos d�as de ayuno. En un primer momento, los niveles de az�car en la sangre ser�n alarmantemente bajos. Durante ese periodo, los epil�pticos por lo general necesitan ser hospitalizados para que puedan ser controlados estrechamente y as� sus familiares reciben las explicaciones oportunas respecto a la dieta. Un aceite llamado de Media Cadena Triglic�rida (MCT) puede ser muy �til en la dieta ketog�nica. Este aceite se convierte en energ�a mucho m�s r�pidamente que otras grasas, y, adem�s, su aporte energ�tico es superior a los hidratos de carbono. Las cualidades laxantes del aceite MCT son muy valiosas contra el estre�imiento, un problema com�n a todas aquellas personas que siguen una dieta ketog�nica. Si se toma aceite MCT, �ste ha de introducirse en la dieta poco a poco, a fin de prevenir las molestias estomacales que puede producir en aquellas personas poco habituadas a consumir aceite. El aceite MCT puede formar parte de la dieta ketog�nica cl�sica o como un componente b�sico de una variante de la misma llamada �dieta MCT�. La dieta MCT fue desarrollada por Huttenlocherto para crear una alternativa m�s atractiva y f�cil de llevar que la dieta ketog�nica cl�sica. El 60% de las calor�as de esta dieta proceden del aceite MCT, el cual produce m�s ketones que otras grasas. En esta variante de la dieta ketog�nica se permiten m�s prote�nas e hidratos as� como un mayor n�mero total de calor�as. Algunas investigaciones indican que diversas variantes de la dieta MCT disminuyen el n�mero de ataques epil�pticos tanto como la dieta cl�sica. Algunos investigadores y m�dicos sugieren que la dieta cl�sica puede que sea ligeramente m�s efectiva, y que los enfermos que no respondan a la dieta MCT deber�an intentar cambiarse a la dieta cl�sica. En las dietas ketog�nicas se echa en falta un n�mero importante de vitaminas y minerales, por lo que ciertos aportes alimenticios son siempre muy recomendables. Sin embargo, estos complementos diet�ticos no deben llevar az�car o hidratos de carbono, porque incluso una peque�a cantidad extra de hidratos de carbono puede contrarrestar los efectos de la dieta en cuesti�n de horas. Las molestias t�picas de las dietas ketog�nicas son; n�useas, v�mitos, estre�imiento e hinchaz�n, pero normalmente pueden ser controladas; en ocasiones estos efectos secundarios se vuelven contra s� mismos con el resultado de que el organismo se ajusta a la dieta. Otras complicaciones que pueden darse pueden ser; piedras en el ri��n, deshidrataci�n severa y niveles extremadamente bajos de az�car en la sangre. Tambi�n los niveles de colesterol pueden subir con la dieta, aunque las repercusiones a largo plazo que la misma pueda tener en los pacientes no han sido bien estudiadas. Los efectos positivos de la dieta ketog�nica aparecen gradualmente, por lo que los enfermos deben darse un plazo de al menos seis semanas antes de juzgar si este r�gimen alimenticio ha sido un �xito o un fracaso. Si los enfermos no padecen ning�n ataque epil�ptico en un periodo prolongado de tiempo (en unos dos a�os m�s o menos), deben volver lentamente a una dieta normal y corriente. Aunque es posible que no vuelva a producirse ning�n ataque en aquellos que sigan la dieta, no est� muy claro si ello se debe a que la dieta supone una �cura� o que los ataques han remitido por medios naturales mientras los enfermos estaban siguiendo la dieta. La dieta ketog�nica fue muy popular en los a�os 20 y 30, cuando la elecci�n para los epil�pticos se limitaba al fenobarbital y al bromuro. A medida que fueron desarroll�ndose nuevos medicamentos contra la epilepsia, el uso de la dieta disminuy�.
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