Lo acontecido en los últimos días con la pérdida de un gran pelotero, la derrota de un campeón de boxeo y un nuevo altercado de un futbolista con prontuario de violencia, demuestra que hay atletas y hay atletas.
En el mundo mediático de hoy en día, no basta con el talento natural y disfrutar de su deporte para lograr la excelencia. El atleta profesional y el que representa a su país o su provincia son vistos como ejemplos para la juventud. Por ello, hay que ser disciplinados, dedicados, y sobre todo conscientes de su imagen, ya que son vistos como glorias del país. Mientras más arriba en el pedestal se encuentren, más responsabilidad deben asumir.
Si Roberto "Flaco Bala" Hernández, quien abandonó la vida terrenal, ha recibido y seguirá recibiendo tantos elogios y homenajes, es precisamente porque en vida fue un hombre que no solo logró la excelencia en su disciplina, sino que se condujo como un caballero y ser humano excepcional dentro y fuera de la cancha.
Es un ejemplo que ojalá comiencen desde ya a mirar con más detenimiento jóvenes talentos como el ahora ex campeón mosca Luis "El Nica" Concepción, y José Luis "El Pistolero" Garcés, quien yace hoy en una cama de hospital con dos heridas de bala.
Cuando se comienza a aparecer en los titulares más por comportamiento errático que por logros deportivos, es obvio que ocurran desenlaces como el que sufrió el Nica el pasado sábado, ante un hombre que -aunque aguerrido- era posible ganarle con una preparación a conciencia. En cuanto a Garcés, su gran talento ha sido opacado ya demasiadas veces por su indisciplina y su comportamiento antisocial.
Son tres ejemplos, que serán vistos detenidamente por los próximos talentos del deporte. Ellos deben saber escoger muy bien cuál camino seguir.