Una "Cruzada por la Paz" es una iniciativa que busca movilizar a la sociedad panameña frente a la escalda de violencia que hay en Panamá y que en la última década ha cobrada la vida de más de 7, 600 personas.
Hoy se marcha desde Multi Plaza hasta el monumento a Balboa, en la Cinta Costera. Cierto es que la violencia no se podrá frenar con cánticos y caminatas, pero es la primera señal de una sociedad que ya no soporta que sus calles se sigan manchando de sangre.
Sin duda que la primera campanada de lo que sucede en el país debe darse en el seno de los hogares. Con buenos ejemplos de sus padres, los niños y adolescentes difícilmente caerán luego en las garras de la delincuencia.
También juega papel importante la escuela y las actividades deportivas, culturales y espirituales que desarrollen las instituciones para alejar a los jóvenes del delito. Esas son las actividades preventivas, que a largo plazo rinden mejores frutos que las acciones represivas.
Es innegable que habrá jóvenes incorregibles, pero serán los menos; lo importante es rescatar a la mayoría que sin una debida orientación puede ser blanco de la tentación del dinero fácil y los traficantes de droga y muerte.
Así también es importante que la Fuerza Pública cumpla a cabalidad su labor de vigilancia en las calles para disuadir a los delincuentes y que la acción represiva de la justicia sea efectiva, para que a los infractores les caiga todo el peso de la ley.