Nerviosismo y mucha expectativa se respiró durante el estreno del musical Jesucristo SuperStar.
Después de las palabras de bienvenida por parte de la Primera Dama de la República, Vivían Fernández de Torrijos, cada quien a su lugar, porque se daba inició a un espectáculo sin igual.
El público se sentía ansioso por la aparición en escena del cuerpo de baile, que con espectacular vestuario y un juego de luces impresionante, solo era el preámbulo de lo que se veía venir.
Todo quedó dicho desde el principio del musical, donde en un mundo de completo caos y perversión, un hombre ilumina el mundo y nos libra de ese futuro sombrío y sin esperanza.
El primero en aparecer en lo alto del escenario fue Judas, interpretado por Luis Arteaga. Luego apareció la estrella de la noche Jesús, Juan Carlos Adames; María Magdalena, Janelle Davidson y los apóstoles.
Entre los bailes, coreografías, vestuarios, luces y mucho talento la maravilla artística de Bruce Quinn, revivió la crucifixión de Jesús, donde los más sensibles no pudieron contener las lágrimas.
Un marco sin igual fue el Teatro Nacional que se prestó para que el show fuera todo un éxito.
Pero de nada vale lo que se pueda decir, más que fue una obra espectacular, que usted no puede dejar de ver.