Desde hace semanas existe una polémica por la insistencia de las billeteras de vender chances y billetes casados. Es un mal que han tenido que sufrir por décadas los compradores de la Lotería Nacional.
Usted observa cómo las vendedoras se billete se molestan cuando los funcionarios de ACODECO realizan los operativos para impedir una actividad que es ilegal, sobre todo cuando la venta se hace casada con "one two" o rifa.
La Lotería surgió en 1919 y hoy obtiene ingresos anuales de $165 millones de los cuales $16.5 millones van a manos de los billeteros producto de la comisión del 10 por ciento que se les paga y que ahora será elevada al 12.5%.
Si bien es cierto que los billeteros son un factor importante en las operaciones de la Lotería, el abuso hacia los compradores le está generando antipatías y ya hay voces que sugieren que la venta de los chances y billetes sea a través de los locales comerciales o vía internet.
El meollo del asunto de la venta de chances casados, es que gran parte de los que venden billetes no son los dueños de las libretas, sino revendedores con los cuales el propietario divide la comisión y por eso se recurre al "one two" o la rifa para redondear los ingresos semanales.
Una libreta de Lotería permite ventas por sorteo por la suma de $700 y al mes eso debe producirle al dueño del tablero una suma estimada de $600. Pero como se divide el negocio, al final al revendedor recibe la mitad.
Hasta tanto no se regule o se impida la reventa, el problema de los casados seguirá y los compradores tendrán que sacar de sus bolsillos fondos adicionales para apostarle a la Lotería o llegará el momento en que se reclame que el negocio se haga a través de kioscos o en la tienda de la esquina.