Adolfo Montero, un joven de 28 años que se dedicaba a la venta de CD, fue acribillado de ocho tiros, en una vereda de la comunidad del Mirador en Torrijos Carter, San Miguelito.
Apenas salía el alba, cuando "Loquillo" -apodo de Adolfo- fue asesinado. Como en todo barrio caliente: nadie vio ni escuchó nada.