La Ndrangheta, la mafia calabresa, podría servir de puerta de entrada para el narcotráfico mexicano en Europa según las recientes investigaciones del fiscal de Regio Calabria, Nicola Gratteri, que considera que esa presencia "revolucionaría el crimen europeo".
Gratteri, que presenta en España la reedición de su libro "Hermanos de Sangre. Historias de la Ndrangheta, la mafia más poderosa" junto al periodista Antonio Nicaso, aseguró ayer en Madrid en una entrevista que ha detectado "una nueva relación entre la red calabresa y los carteles mexicanos".
"Los mexicanos han contactado con ella porque, aunque hoy tienen el monopolio del narcotráfico en EEUU, quieren entrar en el mercado europeo -explicó-. Así es que hoy hay relaciones entre los Zetas, el brazo armado del cartel del Golfo, y la mafia calabresa".
Según Nicaso, "el peligro es que la Ndrangheta pueda convertirse en un instrumento de penetración para los narcos mexicanos" porque éstos, además, practican unas "técnicas muy agresivas para controlar el territorio".
La mafia calabresa es "la mafia más globalizada del mundo, con contactos en todos los continentes gracias a que han sabido construir una red impermeable basada en sus fuertes costumbres y se han adaptado a la modernidad", afirmó Nicaso.
La Ndrangheta, que al principio fue tratada de "pobretona" y como una mafia "de pastores", tiene hoy, según los autores la máxima confianza de las organizaciones criminales internacionales, lo que les ha permitido, no sólo traficar con la cocaína colombiana, sino también participar en su producción.
La asociación criminal entre mafiosos calabreses y narcotraficantes mexicanos "se está creando ya porque la mafia es un sujeto creíble y además muy solvente, que logra contactar con los carteles colombianos y con los paramilitares, y cuyo mayor problema es blanquear la gran cantidad de dinero que gana", agregó Nicaso.
ITALIA: 4 ANTIMAFIA
Es la cantidad de mafias que alberga Italia, y aunque es hogar de estos grupos mafiosos es el país que mejor legislación tiene para combatirlas según, Nicola Gratteri.