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Cuando Martín Torrijos estudiaba para administrador del Restaurante McDonald's, en una ciudad de Estados Unidos, funcionaba en la Zona Libre de Colón una empresa llamada Tránsit, S.A., cuyo gerente general era ni más ni menos que Carlos Duque Jaén, hoy consejero personal del candidato perredista.
Como en este país hasta las víctimas de los desmanes del PRD pierden la memoria, hay que refrescársela a todos aquellos que atacan la corrupción gubernamental y no se ven el inmenso rabo de corruptelas que los sigue hasta sus madrigueras.
Tránsit, jóvenes engañados por la propaganda mediática y viejos desmemoriados, era una empresa privada recaudadora de fondos públicos. Cobraba por cada embarque y cada bulto que salía de la Zona Libre. El botín que recogía se depositaba en los cofres de la mafia gobernante.
En una ocasión, Tránsit becó a un ex ministro de la dictadura que tuvo que ser destituido del cargo cuando el tirano de turno no pudo contrarrestar las acusaciones de que el sujeto, colombiano de nacimiento, se había registrado fraudulentamente como panameño.
�Sabe usted, apreciado lector, cuánto recaudaba anualmente Tránsit, S.A.? Aproximadamente 10 millones de balboas, lo que en tan solo quince años de operaciones delictivas, asciende a unos 150 millones cobrados por una compañía privada como si fuera el Estado. Pero ahora nos hablan de un nuevo PRD con la misma gente y con la misma plata de los atracos. "�Cosa más grande en la vida!", diría Trespatines. |
