La candidata presidencial oficialista Balbina Herrera sumó ayer como su vicepresidente al alcalde capitalino, Juan Carlos Navarro, su más férreo rival en las recientes primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD).
La fórmula Balbina-Navarro no sorprende. Era la estrategia lógica a la que podía recurrir la candidata frente al resultado adverso de las últimas encuestas es donde ha sido rebasada por el opositor Ricardo Martinelli.
Lo que llama la atención es que el anuncio se haga en ausencia del mandatario y secretario general del PRD, Martín Torrijos. Entre el jefe del Ejecutivo y Navarro ya existía una relación algo tirante por los cuestionamientos del alcalde a la política de seguridad del gobierno. El burgomaestre llegó al extremo de responsabilizar a al actual Presidente de una eventual derrota de Balbina Herrera, en los comicios de mayo de 2009.
Nadie sabe, bueno sólo Balbina y Navarro, si hubo un concierto previo para tirarle esas peñas a Torrijos, para dar la imagen de un distanciamiento entre el actual gobierno y la candidata del PRD. Lo cierto es que es difícil separar esa relación, cuando los tres son altos dirigentes del colectivo oficialista, Juan Carlos es el alcalde de la principal ciudad del país y Herrera fue la Ministra de Vivienda de Martín, por casi cuatro años.
Con la alianza surgida en las filas del PRD, habrá que ver si Balbina recupera terreno o suma al grupo de indecisos. La oposición también debe analizar el panorama e ir pensando en unificarse, porque todo indica que tendremos una votación estrecha, donde sumar es lo fundamental.