Torrijismo y militarismo (1968-1981) El golpe de cuartel y la Junta Provisional de Gobierno

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Dr. Celestino Andr�s Ara�z
Dra. Patricia Pizzurno

Una vez que Arnulfo Arias ocup� la presidencia por tercera vez, el 1 de octubre de 1968, se dedic� a realizar cambios dentro de la Guardia Nacional. El descontento creado por esta situaci�n, sumado al hecho de la manipulaci�n de los resultados de las elecciones para diputados, provoc� una insatisfacci�n generalizada tanto entre los militares como entre los civiles. Es m�s, estos comenzaron a pedir a trav�s de las p�ginas de la prensa, la intervenci�n del cuerpo armado para frenar los abusos cometidos por el viejo l�der.

El 11 de octubre, la oficialidad de la Guardia Nacional llev� a cabo el primer golpe militar contra un gobierno civil en toda nuestra historia republicana. Aunque como ya vimos, Rem�n y otros comandantes destitu�an y colocaban Presidentes seg�n su voluntad, en realidad nunca se hab�a depuesto a un mandatario para ser reemplazado por un militar.

El movimiento estuvo encabezado por el Mayor Boris Mart�nez y el teniente Coronel Omar Torrijos Herrera, as� como otros oficiales entre ellos Federico Boyd, Amado Sanjur y Ramiro Silvera. En el comunicado oficial los golpistas se�alaron que el intento por violar la voluntad popular en las elecciones legislativas , as� como la integraci�n ilegal del Tribunal Electoral, los hab�a llevado a adoptar la decisi�n de asumir el poder por medio de un gobierno provisional que preparara el retorno al orden democr�tico.

La Junta Provisional de Gobierno estuvo presidida por el Coronel Jos� Mar�a Pinilla e integrada adem�s por el Coronel Bol�var Urrutia. A partir de entonces, se comenz� a gobernar por decretos, al tiempo que se cancelaron los derechos ciudadanos. En los primeros comunicados , tanto de la Junta como del Estado Mayor, se presentaban ante la faz del pa�s como los restauradores de la moral republicana y del orden constitucional. En un documento denominado �Postulados de la revoluci�n sin dictadura y la libertad con orden�, los militares hablaban del adecentamiento efectivo e inmediato de la administraci�n p�blica, as� como del repudio absoluto al comunisnmo y a cualquier ideolog�a extrema. Se erradicar�a el peculado y el nepotismo y se aplicar�an severas sanciones a los responsables sin distingos de ninguna especie. Se propugnaba por una nueva escala de valores humanos en la que la capacidad y la honradez fueran las �nicas credenciales. Se comprometieron a garantizar el divorcio de los miembros de la Guardia Nacional con la pol�tica partidista y se�alaron que en breve se llamar�a a elecciones. Para ello, era necesario reformar el Tribunal Electoral , con el fin de que pudiera garantizar unas elecciones limpias y puras.

Era evidente que el Estado Mayor de la Guardia controlaba a la Junta de Gobierno, as� como al Poder Legislativo y tambi�n al Judicial. Sin embargo, para acallar la reacci�n popular se adoptaron una serie de medidas, tales como la prohibici�n del alza de los precios de los art�culos de primera necesidad, el congelamiento de los c�nones de arrendamiento, la prohibici�n de aumentar los alquileres superiores a B/80.00, al tiempo que se transfirieron m�s de B/100 mil del presupuesto nacional a la Universidad de Panam�. As�mismo, se prohibi� aumentar el precio de las medicinas y se prometi� investigar los casos de peculado. Incluso, se llegaron a arrestar a varios colaboradores del gobierno de Robles.

Entretanto, Estados Unidos no reconoci� al gobierno surgido del golpe del 11 de octubre y suspendi� las relaciones diplom�ticas con Panam�. No obstante, el 13 de noviembre, inesperadamente decidi� reanudar las justificando su posici�n en las declaraciones de la Junta Provisional de Gobierno de que llamar�a a elecciones a la brevedad posible, as� como el compromiso de que se respetar�an los derechos humanos y las obligaciones internacionales.

Las reacciones a lo interno del pa�s por el golpe fueron diversas. Un grupo de civiles aplaudi� la decisi�n de los militares y colabor� estrechamente con la Junta Provisional de Gobierno. Sin embargo, otros se opusieron al entronizamiento del poder militar. En Chiriqu� y Cocl� hubo guerrillas arnulfistas, que sin embargo, fueron exterminadas. Se produjeron tambi�n protestas por parte de los residentes en San Miguelito, de los estudiantes universitarios, de los institutores y de la Federaci�n de Estudiantes de Panam�, m�xime cuando la Universidad fue cerrada a mediados de diciembre. Pese a que se hizo un llamado a huelga general, la CAPAC y el transporte se negaron a participar. El gobierno a trav�s de la prensa oficial culp� a los comunistas de estas protestas y varios elementos de izquierda como Floyd Britton y Jos� del Carmen Tu��n fueron tomados prisioneros. Como sabemos, el primero muri� en Coiba. A lo largo de los a�os de la dictadura las protestas fueron acalladas, ya fuera a trav�s de la Digedecom que termin� quebrantando voluntades o sencillamente por m�todos violentos, como la desaparici�n del Padre H�ctor Gallego en Veraguas. Se eliminaron los partidos pol�ticos y se amordaz� a la prensa de oposici�n. Incluso los peri�dicos El Panam�-Am�rica y La Cr�tica fueron secuestrados por el gobierno militar.

Sin embargo, exist�an diferencias de criterio a lo interno de la c�pula militar en cuanto a la direcci�n del Estado, que terminaron con la salida del gobierno y del pa�s de Boris Mart�nez. A partir de entonces, Torrijos ya no tuvo quien le disputara el liderazgo de la ahora denominada �Revoluci�n� y afianz� cada vez m�s su poder. Pese a ello, el excesivo personalismo del r�gimen provoc�, en diciembre de 1969, un intento de golpe en contra del Comandante. Encontr�ndose Torrijos en M�xico, los coroneles Amado Sanjur, Ramiro Silvera y Nentzen Franco, con la anuencia de la Junta de Gobierno Provisional, decidieron prohibirle el regreso a Panam�. Pero el 16 de diciembre, el avi�n de Torrijos, con el apoyo de otros oficiales del cuerpo armado, entre ellos Manuel Antonio Noriga, logr� aterrizar en Chiriqu� desde donde se traslad� a la capital. Acto seguido destituy� a los golpistas y nombr� como Presidente de la Junta Provisional de Gobierno al ingeniero Demetrio Basilio Lakas y a Arturo Sucre como vicepresi ente. El intento de golpe sirvi� para fortalecer el poder de Torrijos.

 

 


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