Ingeniero industrial de profesión, actor por pasión
Con tan solo dos años de estar involucrado en el mundo de las artes escénicas, Diego A. Medina Lasso ha aprendido a luchar por sus sueños, y desde entonces no ha parado de proponerse metas.
Hoy este chico de 29 años, con una licenciatura en Ingeniería Industrial, cuenta a “Crítica” cómo nació su pasión por los escenarios y los momentos difíciles que le ha tocado pasar, a pesar del poco apoyo que reciben los teatristas en Panamá.
Lo mío es una historia muy curiosa. Cuando me gradué de la secundaria le dije a mi mamá que quería estudiar cine y teatro, obviamente ella se opuso y me convenció de estudiar otra cosa. Ingresé a la Universidad Tecnológica de Panamá, pero a los pocos semestres me retiré para emprender mi sueño: las artes escénicas.
En complicidad con mi papá, organicé todos los papeles en el Ifarhu y con el Centro de Investigación Cinematográfica en la ciudad de Buenos Aires.
Un día llegué donde mi mamá y le dije: “Me voy para Argentina”. Tenía solo 20 años, no tenía ni siquiera un conocido en Argentina, pero me fui a cumplir mi sueño y hoy digo con gran satisfacción y orgullo que fue la mejor experiencia de toda mi vida. Tuve la grandiosa oportunidad de trabajar en videos musicales de Disney Channel Latinoamérica, en teatro, y en los estudios de doblaje como Palmera Records y Civisa Media. A mi regreso en el 2011 retomé mi carrera de ingeniería y finalmente pude complacer a mi madre.
Lo más difícil ha sido alejarme un poco de mi familia.
Soy profesor de matemática en inglés. En el poco tiempo libre que tengo me dedico también a algo que me encanta: la pintura.
Definitivamente fue “Diálogos de mujeres sin marido”, escrita y dirigida por Daniel Gómez Nates. Interpretaba a Armando, un hombre sin escrúpulos que violaba y maltrataba, física y psicológicamente, a su mujer. Gracias a esta oportunidad fui reconocido en el 2016 con el premio a actor revelación del año en los Premios Escena.
No del todo. A los productores y actores les está costando vender funciones, siento que la raíz de esto es la poca difusión y apoyo por parte de las autoridades para promover la cultura, que además de entretener, tiene una función transformadora en las sociedades. Siento que el teatro necesita mucho más apoyo de las autoridades y de la empresa privada para llegar a más personas, no solo en la capital, sino también en el interior de la República. Necesitamos que el pueblo conozca más a sus artistas que trabajamos con mucho amor para darles motivos para salir de casa y de los “malls”, y así apreciar del arte y la cultura nacional.
Hay actores que admiro muchísimo, uno de ellos es Luis Gustavo Macías. Director que admiro muchísimo, Daniel Gómez Nates.
¿Siendo de una nueva generación de actores, has tenido el apoyo de veteranos?
Por supuesto que sí. Entre los compañeros a quienes agradezco con todo mi corazón por sus consejos y enseñanzas y que, además, me han hecho sentir que el teatro es una verdadera profesión han sido la primera actriz Ceila González, Neysa Ferguson, Renán Fernández y Aurea Horta.
Proyectos futuros
El próximo 2 de agosto estaré participando en la obra “A la cama sin pijamas” en el Teatro Aba.