Ser mujer no es nada fácil

Ser mujer no es nada fácil

Ser mujer no es nada fácil

Por: Rosalina Orocú M. Viva -

Fotos Josué Arosemena

La mujer tiene que capear el temporal día a día, no importa cómo esté su ánimo, porque no puede darse el lujo de tirar la toalla. Tiene que armarse de tolerancia para no echar por tierra sus logros y cometer una locura en un momento de descontrol o desesperación como le sucedió a Beatriz y a Gloria, que también vivía duros momentos, en la comedia “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, en el teatro La Estación.

Con dirección de Edwin Cedeño y la actuación de Enithzabel Castrellón, Isabel Burgo y Stella Lauri, esta obra del venezolano Gustavo Ott se está presentando por tercera vez en nuestro país de martes a domingo hasta el 28 de mayo.

Con su carga de mensajes que llevan a reflexionar sobre el ser mujer esta puesta en escena es también una invitación de los productores de teatro La Estación a aceptarse y quererse, porque, ¿quién dijo que la mujer está para complacer a los demás? Lo más importante es estar a gusto consigo. Esmerarse por crecer un poquito más cada día, pero no al punto de enfermarse ni aplicar la filosofía de Maquiavelo.

En “Divorciadas, evangélicas y vegetarianas”, tres mujeres libran luchas en su mundo interno y externo, y, pese a que se dicen duras verdades, hay también momentos en que se apoyan y establecen lazos sólidos, porque ellas entienden lo que es navegar en mares turbulentos sin riesgo de zozobrar.

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