Un héroe inesperado
El luchador veragüense Alvis Almendra rompió las apuestas y dio un baño de alegría a Panamá, luego que ayer lograra la primera medalla (de plata) de la delegación nacional en los Juegos Panamericanos de Toronto, Canadá.
El hijo de la tierra de Urracá cayó en la final de la división de los -75 kilogramos ante el laureado gladiador estadounidense Andrew Bisek.
Entre lágrimas y emociones encontradas, el cabo de la Policía Nacional y campeón centroamericano 2013 (-74 kilogramos) cumplió su palabra de dejar alma, vida y corazón en la colchoneta. "Voy a dar lo mejor de mí y estoy claro que esta competencia será dura, pero voy positivo. Voy hacer lo que más me gusta", había anunciado y cumplió.
Almendra, quien se entrenó en un descuidado y abandonado gimnasio Eduardo Campbell, en Veraguas, se midió en esta final al campeón panamericano de lucha (2014) y campeón mundial 2011 y 2013.
En las semifinales, el panameño había vencido al colombiano Carlos Muñoz por decisión luego de empatar 2-2.
En su primera salida, el veragüense aniquiló al argentino Maximiliano Prudenzano por 9-0.
De esta manera, la disciplina de la lucha, que no estaba entre las esperanzas de medallas del Comité Olímpico de Panamá (COP), sorprendió al conseguir la tan anhelada presea.
A destacar que la lucha criolla, en la historia de los Juegos Panamericanos, ha logrado 5 medallas de plata y siete de bronce. La primera de la mano de Luis Friedman en los juegos celebrados en Argentina 1951 y la última había sido conquistada por Ramón Mena en La Habana 1991, por lo que Almendra volvió a darle lustre a la lucha olímpica nacional.
