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Maduro define su gabinete y Capriles su equipo auditor

Continúa la tensión política en Venezuela después de siete días de las elecciones.

Caracas
EFE


El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, definirá el gabinete de su "gobierno de calle" este sábado, al día siguiente de haber sido investido, mientras el opositor Henrique Capriles presentó al equipo que auditará los votos de una elección que considera ilegítima.

"En la tarde terminaré de completar el equipo de gobierno. Pendientes", escribió Maduro en su cuenta en Twitter. "Además, estamos ajustando el cronograma de giras del gobierno de calle, porque nos vamos a dialogar y gobernar con todo el país", adelantó.

El presidente, de 50 años, sólo ha nombrado hasta ahora a su vicepresidente, Jorge Arreaza, exministro de Ciencia y Tecnología y yerno del líder Hugo Chávez, quien falleció el 5 de marzo tras dejar la revolución en manos de Maduro.

Arropado por sus seguidores y ensombrecido por el ruido de fondo de las cacerolas de la oposición, Maduro fue investido presidente el viernes como el "primer presidente chavista" de Venezuela.

"Yo me voy con mi autobús y todos los ministros a recorrer todo el país, a recortar la cabeza de todo el que haya que recortar", dijo el exconductor de autobús y excanciller en el acto al que asistieron una veintena de gobernantes extranjeros, entre ellos Dilma Rousseff (Brasil), Cristina Kirchner (Argentina), Raúl Castro (Cuba) y Mahmud Ahmadinejad (Irán).

Kirchner rindió homenaje el sábado a Chávez en su tumba en el Cuartel de la Montaña, en la popular barriada 23 de enero, un bastión chavista situado en el oeste de Caracas.

Vestida de negro y con gafas oscuras, la mandataria permaneció varios minutos frente a la sepultura, custodiada por cuatro húsares de la Guardia de Honor Presidencial, según imágenes de la televisión oficial VTV.

"Hermosa visita de Cristina al Cuartel (...) Recuerdos intensos de estos años de lucha por la Nueva Independencia de América", escribió en otro tuit Maduro, quien regaló a la mandataria el "morral de Chávez", con efectos personales y su programa de gobierno.

Auditoría de votos

En tanto, la oposición venezolana presentó al equipo que fiscalizará la auditoría de los votos y divulgó una encuesta según la cual cuenta con el respaldo mayoritario de la población mientras que el apoyo a Nicolás Maduro sigue erosionándose en Venezuela.

Según el sondeo de Datanálisis, el 58,2% de los encuestados está de acuerdo con auditar el proceso de votación y 70% considera que Capriles tiene derecho al recuento de las papeletas, mientras que 60% estima que los primeros días de gobierno de Maduro han sido "muy malos o regulares".

La encuesta, publicada por el diario local El Universal, fue realizada sobre 657 personas de todo el país, del 17 al 19 de abril.

El jueves, el CNE aceptó verificar una muestra de las urnas, luego de que Capriles desconociera el resultado de las elecciones. La decisión fue bienvenida por el líder opositor, si bien no implica el recuento total "voto a voto" que reclamaba.

"Esto no es una concesión. Esto es el ejercicio del derecho que tiene cada venezolano (...) de que la voluntad que expresa con su voto está allí", dijo a la prensa el líder opositor, Henrique Capriles, refiriéndose a la decisión del Consejo Nacional Electoral (CNE).

"Yo acepté porque considero que en esas 12.000 cajas (que se auditarán) hay suficientes elementos para demostrar que esos resultados no se corresponden con la verdad", señaló Capriles, quien perdió por una diferencia de 1,8% ante el "hijo y apóstol" del fallecido Hugo Chávez.

El coordinador del comando de campaña de la coalición opositora, Carlos Ocariz, anunció en conferencia de prensa que la auditoría comenzará la semana que viene, en una fecha aún sin precisar, luego de que se defina el lunes "el protocolo a realizar".

Ramón José Medina, integrante de la coalición opositora, coordinará el equipo auditor de unas 20 personas, formado además por representantes de cada estado.

Tras las elecciones el domingo, se desató en Venezuela una semana de alta tensión política -con un saldo de ocho muertos y 60 heridos, según el gobierno-, en la que ambas partes se acusan de promover la violencia y abrazar el fascismo.

Una diputada opositora denunció este sábado la detención de 242 manifestantes, 70 de los cuales supuestamente fueron torturados, y el hostigamiento de un centenar de empleados públicos por razones políticas.

Los manifestantes fueron detenidos por delitos, entre otros, de "porte ilícito de cacerolas (...), rebelión, obstrucción a la vía pública y terrorismo", denunció la diputada Delsa Solórzano en conferencia de prensa.

En tanto, la ministra de Juventud, Mary Pily Hernández, encabezó un homenaje a una de las víctimas de la violencia, por la cual el oficialismo responsabiliza a la oposición.

"Son irresponsables cuando llaman a la violencia, son irresponsables cuando llaman a desconocer los resultados", dijo la ministra, aludiendo a los "sectores fascistas de la derecha", invocando la paz y acusando a los medios de comunicación de "inocular el odio" que atraviesa a una Venezuela dividida.

Maduro tomó posesión tras recibir en Lima el apoyo de la cumbre de la Unasur. Toda Latinoamérica avaló su victoria, menos Paraguay. Washington tampoco lo hizo, pero dejó una puerta abierta.

Autoproclamado "hijo" del hombre fuerte que gobernó Venezuela durante 14 años, Maduro afronta el reto de llenar el vacío que dejó el líder, cuya revolución socialista partió políticamente en dos al país.

Maduro tiene como tarea urgente enderezar la economía, dependiente de la renta petrolera y las importaciones, afectada por la inflación, la escasez y la falta de divisas; y combatir la inseguridad en el país sudamericano con récord de homicidios -54 por cada 100.000 habitantes, según cifras del gobierno.

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