Pueblo aplica ley seca para detener abusos sexuales

Luego de que tres menores fueron violadas, un pueblo de agricultores decidió tomar la ley en sus propias manos, impusieron una sanción de un mes de duración sobre el alcohol y un toque de queda a las 10:00 p.m. para los menores de 18 años, en el entendido de que el consumo de alcohol está asociado con la delincuencia y las agresiones sexuales. Los pobladores del pueblo tienen una fuerte desconfianza en la policía local, además del descontento por la dominación de los narcotraficantes en la región. La ley tuvo lugar a lo largo de junio y de acuerdo con Juan Carlos Coche, miembro de un grupo de vigilancia local, hubo un claro descenso en el consumo de alcohol, robos, agresiones y abusos sexuales. Para los residentes, la policía local no esta a la altura para hacer frente a las necesidades del pueblo ya que “ellos nos siguen amenazando, piden dinero por todo”, dijo Edmundo Luna, padre de una de las víctimas de 11 años. Cuyo violador fue descubierto, sometido a latigazos por el pueblo y después entregado a la policía local. Para evitar estos hechos, la población tomó la medida de la prohibición, que vence este viernes 3 de julio de 2015, pero ahora, tanto residentes como funcionarios están considerando extender la ley seca, a otros poblados y por más tiempo. Por su parte los dueños de bares y cantinas se quejan del daño económico, además pugnan por flexibilizar la medida, ya que argumentan: “No es justo que nos culpen por los delitos que se cometen”, pero admiten que se vive con mayor tranquilidad. Ocurrió en La Asunta, en Bolivia.