638 intentos para matarlo, el último en Panamá

Fidel Castro sufrió al menos 638 intentos de asesinato conocidos, con unos 100 de ellos ejecutados (y fracasados). El último se iba a dar en Panamá el 18 de noviembre del año 2000 en el Paraninfo de la Universidad de Panamá.

El plan era colocar varias libras de explosivos C4 cerca al podio en el que Castro debía hablar, tras participar en la Cumbre de Presidentes de Iberoamérica.

La inteligencia cubana había detectado el plan desde junio del año 2000, y el comando anticastristas, liderado por Luis Posada Carriles, había ingresado a Panamá por vía Chiriquí desde el 5 de noviembre.

Posada Carriles fue detenido en un hotelito de El Cangrejo junto a los cubano-americanos Guillermo Novo, Pedro Remón y Gaspar Jiménez Escobedo. El Consejo de Seguridad, para entonces a cargo de Ramiro Jarvis, practicó las detenciones.

Jarvis dijo ayer a “Crítica” que Fidel Castro le dijo que había hecho un trabajo profesional en relación con su seguridad, y lo invitó a Cuba como un gesto de agradecimiento.

En ese momento expresó mucha caballerosidad. No tenías que estar de acuerdo con él, pero no se puede dejar de reconocer su valía histórica.

Por su parte, Luis Posada Carriles calificó la muerte del exmandatario cubano como “injusta”, y lamentó que llegara “tan tarde”.

El exiliado, que fue a celebrar el deceso junto a centenares de cubanos en el restaurante Versailles de Miami, dijo que lo había esperado desde hacía mucho tiempo.

“Es una muerte injusta. En el mejor hospital de Cuba, con los mejores médicos y las mejores medicinas. Eso no era lo que debía ocurrirle”, añadió.

“Castro buscaba la oportunidad para matarme a mí, y yo para matarlo a él”, dijo.