Al desnudo manipulación de la justicia en Panamá

Dos sucesos confirmaron ayer que elementos externos conducen la justicia en Panamá. La propia procuradora Kenia Porcell, admitió campantemente, que el Ministerio Público le da libre acceso a expedientes a la Alianza Ciudadana Pro Justicia, para que los "revise" y "verifique". Porcell pudo incurrir en abuso de autoridad y extralimitación de funciones al permitir que esa organización tenga un “control jurisdiccional” sobre los expedientes de exfuncionarios. Pero además, Ignacio Fábrega, ex alto cargo de la Superintendencia de Valores, reveló en una grabación que Roberto Brenes y gente de alto nivel de la Presidencia y la Procuraduría, lo presionaban para negociar la “cabeza” de Salo Shamah y directivos de Financial Pacific, a cambio de una leve condena, que luego sería transformada en trabajos comunitarios.