Conmovedora carta de la madre de Gustavo Pérez

Mi nombre es Gerta de la Ossa de Pérez y soy la mamá de Gustavo Pérez, exdirector de la Policía Nacional y del Consejo de Seguridad Nacional, quien se encuentra privado de libertad desde el 12 de enero de 2015.  

Imagínense mi hijo lleva 1 año y medio detenido injustamente. Le allanaron su casa una madrugada y lo detuvieron por el caso de los pinchazos telefónicos, sin tener ninguna prueba de que mi hijo tuviera que ver con esa máquina y esos pinchazos que supuestamente ocurrieron, inventaron un testigo que luego resulto que no aparece.  Lo metieron preso cuando esta acusación en derecho no llevaba detención preventiva. 

Mi casa también fue allanada esa madrugada, imagínense una mujer mayor como yo, sola en la casa tener que vivir semejante susto y espanto.

Gustavo desde niño en su hogar siempre vio la colección de armas que tenía su padre y su abuelo ya que tanto él, como  su padre y su abuelo estudiaron en la academia militar, no eran armas de uso, eran armas de colección.  Cuando muere su padre, la colección la eliminé, pero en recuerdo de él, le dí un arma a Gustavo que agarraron en ese allanamiento y la tildaron de ¨arma de guerra¨, esa arma tenía el gatillo roto, no funcionaba, era solo un recuerdo de su padre, no era un arma que pudiera usarse,  Se agarraron de esa herencia que le dejó su padre y su abuelo  para acusarlo de tener armas de guerra y lo condenaron injustamente a 64 meses de prisión (Más de 5 años de prisión), actualmente nos encontramos en proceso de apelación.

No entiendo esta maldad, a un hombre que sirvió a su país con una trayectoria de honestidad y rectitud.  En las noches me acuesto con angustia, y me despierto pensando cómo estará mi hijo en esa cárcel, espero que no se enferme y que su alma no se llene de rencor por esta injusticia que le han hecho.

También temo por mi salud, he venido sufriendo de algunos quebrantos productos del estrés y del dolor que vivo.  Yo vi como la mamá de Alejandro Garuz murió por el dolor de ver a su hijo preso injustamente, temo por mi vida también.

 Este año el Papa Francisco declaró el año de la Misericordia de Dios, año que representa una invitación de vivir este momento como signo de la bondad del Señor. El sacramento de la Reconciliación, del perdón, del amor.  Les pido a los que metieron en la cárcel injustamente a mi hijo, a los jueces y fiscales que tienen el futuro de mi hijo en sus manos, que actúen en derecho, que reflexionen en este llamado que nos ha hecho el Papa Francisco y pongan un alto esta injusticia que han hecho a mi hijo, para que puedan recibir la indulgencia de Dios, para recibir la misericordia de Dios.

Ahora entiendo porque pintan los cuadros de la virgen con una llama en el corazón, siento que esta representa el dolor de una madre de ver a su hijo preso injustamente, el sentir que el corazón se quema dentro, por la desesperación de no poder hacer nada, la impotencia de ver la justicia tan lenta y lo único que queda es esperar que la orden divina actué.