Desclasifican la Operación Potable

Desclasifican la Operación Potable

Desclasifican la Operación Potable

Por: Mayor Felipe Camargo Para Crítica -

omenaje al sacrificio de los miembros de la Guardia Nacional... fieles al Gral. Omar Torrijos.

La historia y el tiempo le dieron la razón, fue su causa justa... han transcurrido más de 3 décadas desde la muerte del Gral. Torrijos; su legado, décadas después de su fallecimiento, está activo. Hay que reconocerle su gran visión de estadista.

Noriega está vivo, es un referente histórico. En su casa de Altos del Golf, participé como teniente en la primera reunión de coordinación para organizar la operación militar de ataque a la Zona del Canal. Fue planificada con objetivos específicos y un solo objetivo político: demostrarles a los EE.UU. que los únicos que podíamos destruir el Canal éramos los panameños.

Participantes: De los que recuerdo: mayor Virgilio Mirones (q.e.p.d.), Arturo Marquínez (q.e.p.d.), Luis C. Samudio, Fernando Quezada, Jaime Benítez, Pascual González, Luis Del Cid, Rafael "Rafito” Cedeño, Tte. Felipe Camargo A. Recibimos la orden preparatoria de parte del Tte. coronel Manuel Antonio Noriega, jefe G-2.

El mando de la operación lo tenía el mismo Gral. Torrijos. El resto del Estado Mayor estaba compartimentado, no tenía conocimiento. Solo se enteraron al momento de la orden de ataque.

Hubo otros oficiales que a lo largo de la operación tuvieron participación activa. Como artilleros manipularon los morteros de 81mm y 120 mm los hoy comisionados jubilados José Antonio Gómez y Luis González. Había hombres rana y otros comandos como Lucinio Miranda, Víctor Herrera, “Peludo" Castillo, El "Burro" Caballero, Edilberto del Cid y Pascual “Pascualito” González.

Ya es tiempo de desclasificar información y explicar al pueblo los planes de la Guardia Nacional.

Nuestros embajadores en París, Guillermo Vega, y en Estocolmo, Elmo Martínez Blanco, jugaron su papel. Hay que hacerles un reconocimiento histórico. Con sus contactos adquirieron las armas, municiones y explosivos que trasladaron en secreto a Panamá. Las armas fueron compradas en Francia; los morteros BRAND, en Bélgica, en la fábrica de armas FN Herstal; los explosivos TNT granulado del tipo fertilizante en Suecia. Fueron almacenados en los silos de EXPLONSA, en Cativá, Colón. Estos luego se utilizarían en los ataques a las represas y bases de los gringos.

Otros ingenieros civiles cooperaron en secreto haciendo los cálculos para demoler las represas.

Se plantó en la mente de nuestros soldados que su sacrificio era necesario por el bien de la Patria. Nunca se les ha reconocido su heroísmo. El cálculo era que en la fase final el pueblo apoyaría para ejecutar la insurrección total del país.

Primera fase. Infiltrados los hombres rana al mando del mayor Virgilio Mirones (q.e.p.d.) harían explotar cargas en las represas de Madden y Gatún y otros blancos para producir el efecto de que se quedaran sin agua las esclusas para paralizar las operaciones del Canal.

Segunda fase: Fuego de morteros de 120 mm y 81 mm para cubrir las operaciones terrestres de infiltración de las unidades que se movilizan en carros tipo “pick-up” civiles con lanzacohetes STRIM, granadas de mano y armas automáticas tipo ametralladoras MAG. Infiltrarían a las bases de Howard, Rodman, Cocolí, al cuartel general del Comando Sur en Quarry Heights y otros objetivos militares para neutralizar los aviones y helicópteros estacionados en la pista.

En paralelo se lanzarían ataques a las estaciones de Policía de Balboa, Cristóbal, a los puertos de Balboa y Cristóbal; el concepto operacional era paralizar las operaciones de la antigua Zona del Canal. Hostigar la Embajada de los EE.UU. ubicada en la antigua Avenida Balboa.

Enviar el mensaje político al mundo de que los panameños sí teníamos “disposición combativa” para paralizar nuestro Canal.

Tercera fase: Lanzar fuego de morteros a discreción sobre toda la antigua Zona del Canal, a todas sus bases en Atlántico y Pacífico, producir ataques de hostigamiento en todas las instalaciones de los EE.UU. Atacar por 48 horas continuas y luego pasar a la cuarta fase.

Cuarta fase: Declarar la guerra de liberación nacional. Replegarse a las montañas para continuar la lucha de guerrillas.

El Gral. Torrijos no tenía plan “B “.

Hoy disfrutamos sin conocer la historia de cómo se alcanzaron estos niveles de confort y reversión de los territorios, de las actuales instalaciones como el Canal y sus áreas revertidas.

En secreto en la isla de Coiba, nos concentramos al mando de más 100 unidades de tropa escogidas de las diferentes compañías de combate; nos entrenamos por varias semanas para desarrollar las destrezas con el armamento a utilizarse: lanzacohetes de 89 mm STRIM, morteros de 120 mm con alcance de hasta 13 Km, prácticas de tiro diurno y nocturno, tiro de combate, infiltración, sabotaje, uso de explosivos. Nunca se le dijo a la tropa los blancos, solo cuando se ejecutó la operación de infiltración.

Una de las principales bases de operaciones fue el cuartel de Tinajitas. Otro punto era Tocumen.

Toda la operación fue compartimentada al resto de la institución para garantizar el secreto y la sorpresa. Se sabía que el grupo 470 de inteligencia militar del Comando Sur tenía infiltrados en la Guardia Nacional en todos los niveles y rangos. Los gringos no detectaron ni los preparativos, el transporte, almacenamientos ni los entrenamientos y menos las operaciones.

Este fue tema de los interrogatorios a los oficiales capturados como prisioneros de guerra durante la invasión de 1989.

Para facilitar la infiltración a la proximidad de las bases y blancos se utilizó ropa de civil; se escondió el armamento y municiones en sacos simulando ser campesinos. No fueron detectados en las 2 infiltraciones que se ejecutaron, esperando los resultados de las votaciones en el Senado de los EE.UU.

El sistema de señales era por medio de radio Libertad, que se escuchaba en todo el país. Se dotó de radio Sonya todas las unidades que recibiríamos el “santo y seña” para atacar o posponer los ataques.

La palabra clave fue “potable” con un sí o un no... Intercalada en una oración…

Para mantener el secreto la Guardia Nacional nunca se hizo un reconocimiento público, o se creó una condecoración; todo permaneció en el anonimato.

Al igual que la otra operación de los 14 bombazos a las bases gringas. Fueron varias acciones tipo comando que la Guardia Nacional ejecutó dentro de la antigua Zona del Canal, todas con el objetivo político de causar presión militar para acompañar el discurso con la acción y en paralelo las negociaciones. Se cubrían todos los frentes de batalla: el político, diplomático y militar. Ninguna acción fue detectada o neutralizada. Y se alcanzó el éxito los tratados y la reversión total de la antigua Zona del Canal.

El mensaje fue entendido claramente por los gringos: negocien, entréguenos lo nuestro. Hoy es historia.

Lo único que se guardó en archivos del G-2 fue la orden de operaciones con las misiones y tareas. Se cerró un capítulo de nuestro país.

Los actuales líderes políticos panameñistas intentan borrar la historia con propagandas; el Canal ampliado que el domingo se inaugura no hubiera sido posible sin la decisión histórica del Gral. Omar Torrijos y la Guardia Nacional. Omar Torrijos lo dijo: ”Yo no quiero entrar a la historia, quiero entrar a la Zona del Canal”. ¡Entró, mi general!

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