Desde el infierno claman a 'San Varela'

La lentitud que caracteriza al gobierno del presidente de la República, Juan Carlos Varela, ha trascendido las fronteras de Panamá y cruzado hasta el otro lado del mundo por las condiciones infrahumanas en las que se encuentran tres presos españoles, quienes se mantienen en huelga de hambre y exigiendo que el Estado istmeño cumpla con el convenio de repatriación hacia la “Madre Patria”. Están tras las rejas en el centro penitenciario La Joya. Se trata de los reos: Manuel Arcos Gimeno, de 36 años, oriundo de Turís (condenado a 9 años y 7 meses de prisión. Ya ha cumplido 22 meses); Raúl Gil Molina, de 35 años, procedente de Elche (condenado a 6 años y 8 meses de prisión. Ha cumplido 16 meses); ambos fueron detenidos en el Aeropuerto Internacional de Tocumen; y finalmente, Juan José Marí Cabrales, de 58 años, originario de Ibiza, quien fue capturado en El Porvenir, comarca indígena de Guna Yala (condenado a 5 años de prisión. Ya ha cumplido la mitad). Los tres cayeron por el mismo delito: Tráfico internacional de drogas. Tras la situación que viven en La Joya, han tenido que valerse de las redes sociales para comunicar el infierno que los consume en la que es considerada una de las peores cárceles de América Latina. De los tres, el que está peor es Juan José Marí Cabrales, quien según las versiones de los propios internos, tiene una hernia inguinal “a punto de reventar y acabar con su vida. Lleva cuatro años peleando para que se la extraigan y en el [Hospital] Santo Tomás no pueden operarlo porque no tienen medicamentos ni insumos”. Los otros dos -al igual que el resto de la población penal- han sufrido las plagas, virus, violación de derechos humanos, nula atención médica, corrupción de funcionarios, implorar para que llueva y recoger un poco de agua de lluvia para beber e ir al baño; y lo que es peor, un sistema que lejos de seguir avanzando va en retroceso. Hace unos días, a través de una cuenta de Facebook que apoya a los reclusos desde Madrid, han pedido al gobernante panameño -quien ha expresado su orgullo por su ascendecia gallega- que “acelere las repatriaciones de los españoles presos en Panamá. Martinelli respondió, responda Usted también” y postearon la captura de pantalla de una conversación que tuvieron con el exmandatario panameño, Ricardo Martinelli, a través de su cuenta de Twitter. UN POSTEO PARA VARELA El posteo, dirigido a Varela señala lo siguiente: “Dígale Usted a 'su ministro' que firme ya las repatriaciones de los españoles presos en Panamá. No hay nada que aprobar, ya está todo aprobado. El Juez dictó sentencia, hay un convenio entre España y Panamá que ya está aprobado hace mucho tiempo, para que los españoles cumplan aquí su sentencia. La Embajada de España en Panamá esperan impacientes la firma de 'su ministro' para enviar la aprobación de inmediato a España (máximo 15 días tardan en enviarla en su próxima valija). En cuanto la envían, el Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España, se lo pasa de inmediato a Interpol. Interpol en cuanto recibe la orden de traslado, los trae volando. O sea que en cuanto el juez dicta sentencia no tienen que permanecer [los presos] ni un solo día (24 horas) ahí. Ya podrían traerlos para España. Lo que hace que permanezcan hasta un año ahí es su protocolo de evaluaciones, firma de ministro, Cancillería... ¿Quién les va a compensar por estar ahí todo ese tiempo de más? Su protocolo mata. Un solo día de más ahí pueden significar la diferencia entre la vida y la muerte. (Usted sabe esto mejor que yo). Por eso... agilice la parte que le corresponde a Usted, como máximo responsable, porque las demás partes ya están agilizadas y porque su antecesor, el anterior presidente Ricardo Martinelli, dejó el listón muy alto. Y en un año de mandato que lleva usted, todo se ha vuelto a parar”. El comunicado termina haciendo la comparación: “Martinelli respondió; responda Usted también” y concluye parafraseando al himno del oficialista partido Panameñista: “¡El mundo lo vé!” La administración anterior, liderada por Martinelli, ideó, ejecutó y construyó La Gran Joya, un nuevo y moderno penal que cumple con todas las condiciones garantes de los derechos humanos y que reemplaza a la antigua Joya. No obstante, el traslado de los reos al nuevo penal ha sufrido el síndrome de lentitud que muchos reprochan a la gestión de Varela.