¡Diarrea en la Asamblea!

¡Diarrea en la Asamblea!

¡Diarrea en la Asamblea!

¡Diarrea en la Asamblea!

¡Diarrea en la Asamblea!

Por: Juan Pritsiolas Crítica -

En la Asamblea Nacional tienen diarrea. El escándalo de los contratos y donaciones puede llegar a los $130 millones y ya hay quienes acarician la idea de cerrarla, pero al que lo decide le faltó testosterona o tuvo miedo a las consecuencias.

Un panameñista alegó que el presidente Juan Carlos Varela no solo tiene los huevos para cerrar la Asamblea, sino la sagacidad política para no hacerlo, pues va a crear un cisma político con ello y la oposición entonces se va a unir de una vez. Sería una verdadera torpeza política solo comparable con la de “El Toro” y su reelección o la de “El Loco” con su Sala 5.ª, añadió.

Para Edwin Cabrera, Varela no tiene el capital ni la fuerza política para ejecutar algo de la magnitud de cerrar la Asamblea, pero se preguntó si la Corte Suprema de Justicia se atrevería.

Lo cierto es que el Ejecutivo ha lanzado mensajes para cuadrar a la bancada del PRD que pretendió rebelarse; hasta la posibilidad de guardar a Rubén De León, se sugirió tras bastidores. Si ya se encarceló a un magistrado de la Corte Suprema de Justicia, el arrestar a un diputado daría oxígeno al mandatario Juan Carlos Varela agobiado por lo de Odebrecht y el futuro de su gestión.

Los mensajitos buscan aplacar la repentina oposición del secretario general del PRD y diputado Pedro Miguel González. Si sigues de roncón, arrestamos a tu cuadro veragüense, fue tajante la advertencia.

Y es que el panameñismo califica a Pedro Miguel como malagradecido. Recibió apoyo cercano a los $25 millones en la fase en que se disputaba el control del PRD con Ernesto Pérez Balladares y ahora pretende cambiarse a la otra acera. ¡O te cuadras, o viene la destrucción!, fue el ultimátum.

Esta semana se apreciaban centenares de cuadros del PRD apiñados en los pasillos del Palacio Justo Arosemena y temblando, porque no les llegaba el cheque. Son como 900 contratos de gente que ha quedado preguntando ¿qué pasó? Hay quienes ahora aducen que la demora son meros problemas administrativos, pero la necesidad no come cuentos.

Las filtraciones de La Prensa sobre las donaciones y contratos por $82 millones llegaron “made in Palacio de Las Garzas”. La bola de nieve fue creciendo. Frenadeso saca memes de los diputados en el cepo y prometiendo: ¡no robar más! Los diarios de Epasa recordaron las travesuras en las compras de los panameñistas Adolfo Valderrama y Jorge Iván Arrocha, que respondieron tildándonos de hasta “sicarios”. La firma de Jorge Alberto Rosas recibió $9 millones de Odebrecht ¡Todos están embarrados!

Fuentes políticas afirman que la intención inicial de Varela era acabar desde ahora cualquier amago del PRD de impedir que la Asamblea sea controlada a partir del 1 de julio por un diputado panameñista.

Las presiones no solo son contra los de la bancada del PRD, sino también contra los “complacientes” de Cambio Democrático. Hace poco hubo una reunión de una decena de diputados de ese partido y todos están “cagados”. Temen que también les paren los contratos, reveló un dirigente de ese colectivo.

Ya el CD acaricia la idea de postular como candidato a la presidencia de la Asamblea a Chin Poveda y esperar lograr 12 votos. Habrá que ver qué pasa en el PRD.

En las filas del PRD sostienen que “Beby” Valderrama se fue de frente para descarrillar a Rubén De León, que calladamente acariciaba un tercer periodo con un grupo del CD. El panameñista no hizo control de daños y jamás pensó que los “disidentes” del partido de Omar permitirían la entrada de auditores de la Contraloría, invocando la inmunidad.

Si la candidatura de Valderrama se hunde por las filtraciones y auditorías, el “Plan B” revelado por el panameñista Gabriel Soto sería la siguiente nómina: Juan Carlos Arango para presidente, Ana Matilde Gómez (vicepresidenta) y Mariela Vega (2.ª vicepresidente).

Pero al Ejecutivo le preocupa no controlar el Legislativo frente a un eventual juicio político contra el presidente.

Ya de paso, Varela trata de meter miedo con su nuevo invento de seguridad: la Fuerza Élite “Águila”, integrada por 300 “espartanos” vestidos de negro y armados hasta los dientes, que lo flanqueaban al momento de la foto, como para mandar el mensaje: ¡Bien cuida’o!

Los águilas debutaron como meros capturadores de rateros en Colón y puntos rojos de la capital, pero mientras esa fuerza integrada por lo “mejor de lo mejor” de la Fuerza Pública iniciaba operaciones y el ministro de Seguridad participaba en una reunión en Washington de la Coalición contra Isis, por Darién entró y por Paso Canoas salió un terrorista somalí, que la menos militarizada Costa Rica detectó con un simple cotejo de huellas.

Pero mientras los militares sostienen a Varela, cada quien juega a la oportunidad y algunos afirman que el contralor Federico Humbert sacará algún rédito político de la auditoría de la Asamblea Nacional y el mejor trofeo sería la cabeza del presidente del Legislativo o la de uno o dos diputados.

Pero a Humbert le van a cuestionar que no hizo control concomitante; es decir, se hace una donación para una operación y los auditores visitan al paciente y se verifica, con lo cual se pudo evitar el escándalo. Aun así, la Contraloría envió a la Asamblea un equipo de auditoría interna, en vez de asignar el trabajo a la Dirección de Auditoría General, que son los verdaderos sabuesos.

En tanto, fuentes legislativas aseguran que el Ejecutivo está incómodo, porque la comisión de los 11 diputados que investigará los contratos de Odebrecht con los gobiernos de Martín Torrijos, Ricardo Martinelli y Juan Carlos Varela puede solicitar la asistencia de la ONU para fortalecer el accionar de la comisión y validar sus resultados. Los investigadores de Naciones Unidas ya se han llevado por los cachos a varios presidentes.

Pero un analista político incrédulo de todo, no le tiene ninguna fe a diputados que no tienen visión global, continental, regional, ni nacional. Hay que hacer un acuerdo nacional para cambiar el clientelismo legislativo, pero no hay liderazgo, ni capacidad política para eso. Aquí todo mundo está atrincherado en sus intereses particulares, añadió.

Hoy nadie puede cerrar la Asamblea, porque nadie tiene la fuerza para eso y tampoco va a pasar nada, porque el diseño  para investigar a los diputados es un blindaje. Lo único que puede variar las cosas es que el pueblo se imponga en las calles y se produzca un viraje en el curso de los acontecimientos, sostuvo el analista. 

Para el empresario Rafael Carles, la actual situación de la Asamblea obliga a pensar en una constituyente paralela urgente, en reformas electorales inmediatas y en un rápido fortalecimiento de la administración de justicia. Si esperamos más, es muy posible que las fuerzas fácticas encuentren excusas suficientes para patear la mesa de la institucionalidad y acabar con el orden democrático del país, añadió.

Estamos jugando con fuego y este país no tiene aún la madurez como para hacer malabarismo político y tapar la corrupción a la que se ha llegado, sostuvo Carles.

Según el exlegislador Guillermo Cochez, lo de la Asamblea no es nuevo. Su prestigio cada vez se hunde más, pero no creo que Varela se atreva a cerrarla. Su forma de gobernar es neutralizar a los diputados con todas las prebendas que le dio y publicar luego todos los contratos para seguir manipulándola. 

A juicio de Willy Cochez, Federico Humbert, el “Hombre Llamado Caballo”, será el gran perdedor, porque ha puesto a la Contraloría al servicio de intereses políticos.

Un viejo militante de la izquierda vaticinó que la Asamblea seguirá su propia agonía y en ella se representa el drama de la crisis de todos los partidos.

Ahora falta el desenlace de lo de Odebrecht, en el que el Gobierno buscará enfilar los cañones a todo lo que huela a Martinelli, filtrando todo lo que joda a un “Loco”, que parece inmunizado a los ataques sin cesar montados por un varelismo que le ha dicho y acusado de todo.

Pero Martinelli ya es el pasado, el que tiene el poder es un Varela pregonador de “transparencia”. Cualquiera filtración que se acerque al presidente le haría más daño que el “Rayo” de Fonseca Mora. Ya las agencias de prensa y las misiones diplomáticas se huelen algo. Las embajadas han reanudado sus reuniones con políticos, y EFE advierte que Panamá está al borde de una crisis institucional.

Si bien ahorita puede haber diarrea en la Asamblea, lo de la corrupción puede pringar a todos. ¿Será así? o más bien estamos en un camino sin fin y sin desenlace, porque la complicidad será la vía de salvación de todos. ¡Habrá que esperar!

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