¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

¡La chilena que desnudó a Varela!

Por: Juan Pritsiolas / Crítica -

El autobombo y el insulto fue la reacción del oficialismo para un imposible control de daños ante la desastrosa entrevista del mandatario Juan Carlos Varela con la televisora alemana Deutsche Welle (DW). Ninguna sala de situación de crisis, ni otro arresto de algún opositor serviría de tapadera inmediata para desviar el asunto.

Reviva la exitosa gira de trabajo del mandatario Juan Carlos Varela en Alemania, pregonaba la oficina de prensa de la Presidencia. Su exministro consejero Ramón Fonseca Mora tildaba de vieja prostituta y loca a un periodista local, líder en redes sociales. No mencionó nombre, pero hasta el más pendejo sabía contra quién iba el veneno. ¡Así trató de apagar el gobierno su infierno en Berlín!

Jenny Pérez –Schmidt, una periodista cuarentona graduada en Chile con honores y con un hijo –Rafael de 7 años- fue la responsable del momento mediático más amargo para Juan Carlos Varela.

Un “bisteck” de dos vueltas habrá pensado Varela cuando vio a la fulita chilena que se preparaba para la entrevista. ¡Pero todo fue una pesadilla!, más que las reuniones con la canciller Ángela Merkel, su charla en la Fundación Konrad Adenauer, y los acuerdos turísticos con Lufthansa, el puerto de Hamburgo, Tui Group y la Messe München, los panameños recuerdan a un presidente que cancaneó, parpadeaba, ahogó su disgusto y en no pocas ocasiones divagó para desviar las preguntas de la periodista que labora desde hace 4 años para la DW y que en abril del año pasado estuvo en Panamá para la Cumbre de las Américas.

La risa se transformó en mueca

La Deutsche Welle es la cadena de Alemania para el extranjero. Su operación es cubierta con fondos públicos, tiene una oferta informativa que llega en 30 idiomas y cuenta con 3,000 trabajadores fijos y autónomos en 60 países. Alemania fue el país que explotó el escándalo de los Panamá Papers, de la firma Mossack Fonseca.

Varela inició la entrevista con su muletilla de que preside un gobierno honesto y transparente –algo que el 81% de los panameños no creen- pero cuando le tocaron la llamada de atención que le hizo la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) para que dejara la campaña de debilitamiento y desprestigio contra los diarios de Epasa: “Crítica”, “Panamá América” y “día a día”, así como la detención del presidente de NEXtv, Riccardo Francolini, y la conducción del gerente de KW, Fernando Correa, el hombre empezó a transformarse y ensayó una sonrisa forzada para arrancar su justificación.

Jenny Pérez ha dado cobertura a censura de medios como el cierre de Radio Caracas Televisión en Venezuela. Le remarcó a Varela el tema contra los diarios de Epasa; el presidente se salió con que "la SIP se equivocó y actuó de forma impulsiva”, porque recibió esa información cuando se clausuraba su conferencia; no dejó que el gobierno pudiera presentar su caso. “Nadie está cuestionando a los directivos de medios, sino la actuación de algunos directivos de medios cuando fueron responsables de dirigir la banca del Estado", respondió.

Falta de solidaridad local

La chilena Pérez fue hasta más consecuente que representantes de medios panameños presentes en la asamblea general de la SIP realizada en México. Aunque usted no lo crea, varios de estos votaron en contra de la resolución frente a los ataques contra Epasa y la situación de NEXtv y KW, pero el asunto fue aprobado por la solidaridad internacional, que sabe distinguir que existen asuntos de principios que están por encima de las entendibles líneas editoriales de los medios y la competencia interna.

Ese fue el mismo grupito que ya ha tenido sus choques con el Conape y el Sindicato de Periodistas, tras pregonar en una anterior asamblea de la SIP la existencia en Panamá de periodistas de bajo perfil. Son los que piensan que tienen el monopolio de la libertad de prensa y trazan sus líneas internas en organizaciones de almuerzo y cocteles sin representación de auténticos comunicadores. ¡Hay que reconocer que en ese comportamiento retrógrado han sido consecuentes!

Si a una empresa periodística le hacen 4 alcances tributarios en 2 años, le intentan cortar el agua estando al día con sus pagos, retienen en el aeropuerto a uno de sus periodistas y ordenan la conducción de su presidente. ¿Cómo se puede llamar eso?

El nuevo plan contra Epasa

El asunto no termina. Ya los “genios” del gobierno acarician la idea de revertir la operación de compra-venta de los diarios de Epasa que se concretó en diciembre del año 2010. Esa es la nueva estrategia que buscan ensayar y para eso tratan de armar expedientes con fiscales y agentes del aparato de espionaje que traspasan sus funciones y se prestan para todo. Los panameñistas son creyentes en eso de que la historia se repite en espiral y uno de sus planes sería el despojo de Epasa, tal como sucedió tras el golpe militar de 1968.

Pero retomando la entrevista de Jenny Pérez a Varela, fueron varias las muecas de desconcierto del presidente en medio del encuentro de 15 minutos. Una de ellas fue cuando la periodista de la DW preguntó de la evaluación de Transparencia Internacional, que pone a Panamá como un país más corrupto que Ruanda y Cuba. "Eso no es correcto", respondió Varela”.

¡Qué huevo…!

Y no solo hubo muecas de Varela. El ingenio popular no se hizo esperar y ayer surgieron toda clase de memes, donde figuraba el presidente frente a Jenny, exclamando ¡Mierda…esta no es (x periodista)…Coño!

Una periodista panameña exclamó: ¡qué huevo, por qué me sacan memes, si a mí ni siquiera me han querido dar una entrevista…Jajaja!

Mossack Fonseca Papers

En la televisora alemana también se le increpó sobre su vinculación con Ramón Fonseca Mora, y sobre cuánto sabía de antemano sobre las actividades de su bufete. Varela lo reconoció como su amigo y exvicepresidente del Panameñismo.

Cuando el presidente trataba de reducir la importancia de Mossack Fonseca en el escándalo de los Panamá Papers, la periodista hizo hincapié en cómo la firma pudo tener tanta influencia y afectar tantas jurisdicciones en todo el mundo.

A Varela la cara se le congeló en una mueca de disgusto por 5 segundos. "Las sociedades anónimas no eran panameñas, por eso digo que es un problema global".

Exconsejero de Varela sale al ataque

Ramón Fonseca Mora intentó la vieja táctica de desacreditar a la presentadora de la Deutsche Welle. Cómo se parece esta periodista a nuestro alarmista profesional matutino, en una indirecta referencia a Álvaro Alvarado, que por su lado le disparaba incesantemente mensajes por Twitter. ¡Señores, todo lo que sucedió es que el presidente cayó en manos, NO de una periodista investigativa seria e imparcial, sino de una activista zurda!, fue la sentencia del exministro, amigo, copartidario y financista de Varela.

Jenny Pérez lamentó que Fonseca Mora crea que lo de Varela fuera activismo y le solicitó una entrevista, pero el exasesor de Varela volvió a atacar: ¡perdone, pero no le doy entrevistas a personas que son dueñas de la verdad, y que no la buscan con imparcialidad”, fue su respuesta.

Los ataques contra periodistas no es solo ahora contra la entrevistadora de la DW, sino que esta semana el analista José Blandón advirtió que la Procuraduría debería investigar al militar Rolando López, por violar la ley al espiar a figuras del Gobierno, periodistas, políticos y magistrados de la Corte Suprema de Justicia. ¡No se te ocurra hacerle daño a Álvaro Alvarado!, exclamó.

Blandón dijo que López, jefe del Consejo de Seguridad, le enseñó a él y a Álvaro Alvarado una carpeta con las cuentas investigadas al entonces magistrado Víctor Benavides antes que la Asamblea Nacional dispusiera investigarlo. El Decreto Ejecutivo Nº 98 de 1991, le prohíbe al encargado de esa agencia divulgar a particulares la información captada.

Lo cierto es que Rolando López ya es una especie de agente de inteligencia chamuscado; de los últimos jefes del Consejo de Seguridad, es el único que ha figurado constantemente en los medios de comunicación, cuando su labor debe ser más bien de bajo perfil.

Un militar con el que comparto amistad y a la vez es amigo de Rolando López, trató de justificar la labor de “Picuiro”, alegando que solo hace su trabajo y por ley no puede salir a discutir en un debate. Quizás tengan algo de razón, pero también es una realidad que los aparatos de inteligencia se desvían del propósito de su misión, olvidando que son meras fichas en el ajedrez de macrointereses económicos y políticos, y luego son los primeros en ser desechados. ¿Será esa la suerte de Rolando López Pérez?

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