Los Pujol, en lío por cuentas en Panamá

Algunos medios reportaron que el clan de los Pujol escondía en Panamá más de 2,400 millones de euros. 

El expresidente de la región autónoma de Cataluña Jordi Pujol, imputado por blanqueo de dinero incluidos depósitos millonarios en Panamá, esgrimió ante la Audiencia Nacional española que el origen de su fortuna y la de sus hijos es legal y corresponde a una herencia de su padre. Tras prestar declaración durante tres horas y media, Pujol y su mujer, Marta Ferrusola, que se acogió a su derecho a no declarar, quedaron en libertad sin medidas cautelares, dada la avanzada edad del imputado (85 años) y que no existen nuevas pruebas contra él. Además del matrimonio Pujol, en la causa que se investiga están imputados cuatro de sus siete hijos -Jordi, Marta, Mireia y Pere-, por delitos relacionados con fraude fiscal y blanqueo de capitales. Según apuntó el juez en el escrito de citación, todos los miembros de la familia Pujol orquestaron durante años una "estrategia compartida y coordinada" para llevar a cabo "negocios económicos, generar réditos, ocultarlos, y distribuirlos entre todos" para conseguir "el lavado de los activos conseguidos". El juez cree que el clan familiar actuaba como "una organización para ocultar su fortuna", para lo que se valieron de "la apertura de cuentas corrientes sin finalidades comerciales o societarias", muchas de ellas en paraísos fiscales y crearon "complejos entramados societarios". Pujol dio hoy ante la Justicia la misma versión que en anteriores ocasiones en otros ámbitos y señaló que su padre -fallecido en 1980- dejó una fortuna en pesetas valorada en 828 mil 402 euros a su nuera y a sus nietos, y no a él, para "proteger" a su familia en un momento político delicado. Se trata del mismo año en que accedió a la presidencia de la región de Cataluña y se trataba de los primeros años de la llegada de la democracia a España. Luego, sostuvo, ese dinero aumentó a 2 millones 958 mil 579 millones de euros, gracias a la labor de un gestor bancario, hasta que a principios de la década de los 90 se decidió que su primogénito, Jordi Pujol Ferrusola, se hiciera cargo de la fortuna, una decisión de la que se desvinculó. Los fiscales preguntaron al expresidente si el dinero del legado procedía en realidad de una donación de 200 millones de pesetas que hizo de acciones de un banco ya desaparecido -Banca Catalana, fundado por su propio padre- a una fundación, operación que la fiscalía considera sospechosa, y él ha respondido que no. Jordi Pujol Ferrusola utilizó entramados societarios internacionales, manejados por el gestor fiduciario Rainford Towing. Para ello, montaron una red de sociedades en paraísos fiscales y en otros países. La lista incluye México, Panamá, Argentina, Paraguay, Estados Unidos y Linchestein. Se han identificado a cuatro posibles testaferros. Algunos medios reportaron que el clan de los Pujol escondía en Panamá más de 2,400 millones de euros.  Jordi Pujol Ferrusola movió esas sumas desde sus cuentas en Andorra a la Kopeland Foundation  en Panamá.

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