Procurador: No aceptaría ir a la Corte

"No me han llamado, no me han propuesto, yo no lo he pedido y si me lo proponen, no lo voy a aceptar". Así respondió el procurador de la administración, Rigoberto González, a las especulaciones sobre si figura en la "polla" del Gobierno para designar a dos nuevos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

González señaló en Telemetro que esta ya no es su aspiración. Esto, a pesar de que durante el gobierno de Martín Torrijos (2004-2009) presentó sus credenciales para dos puestos de magistrados de la CSJ, que al final recayeron en Jerónimo Mejía y Oydén Ortega, mismos a los cuales se les terminó su periodo.

Matrimonio gay

Sobre el polémico tema del matrimonio entre personas del mismo sexo, destacó que “no puede ignorar” el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) sobre el tema.

La CorteIDH emitió el pasado 9 de enero una opinión consultiva a solicitud de Costa Rica acerca de los derechos de la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gais, Bisexuales, Transgénero e Intersexuales) en la que dice que los estados tienen la obligación de garantizar el matrimonio a las parejas del mismo sexo.

“Soy consciente de que este es un tema extremadamente polémico y lo ha sido en otros países donde se ha debatido (...) No es una moda, como alguien puede pensar, es un problema de derechos“, afirmó el procurador de la administración.

La vicepresidenta y canciller panameña, Isabel De Saint Malo, dijo días después del pronunciamiento de la CorteIDH que el fallo podía ayudar al Gobierno a “avanzar en la agenda de equidad y no discriminación” y que iba a compartir el dictamen con los distintos órganos del Estado.

Actualmente, el matrimonio homosexual es legal solo en una veintena de los 193 países reconocidos por la ONU, entre los que se encuentran siete americanos: Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Estados Unidos, México y Uruguay.

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Crisis institucional

El procurador admitió que actualmente el país está viviendo una crisis institucional, pero a su juicio hay algo más grave.

"Es una crisis integral. Es política, judicial, de la misma sociedad. El problema no es que haya crisis, sino que no estamos en capacidad como país, como Estado, como sociedad, como autoridades de dar respuesta a corto, mediano y largo plazo para evitar que vengan situaciones más delicadas. Recordemos que cuando vino el golpe de 1968, no había una democracia perfecta".