¿Quién es más infiel, el hombre o la mujer?

¿Quién es más infiel, el hombre o la mujer?

¿Quién es más infiel, el hombre o la mujer?

María Marín, una motivadora boricua,

María Marín, una motivadora boricua,

Diputado Raúl Pineda.

Diputado Raúl Pineda.

Por: Juan Pritsiolas y José Huertas/Crítica -

¿Quién es más infiel: el hombre o la mujer? Un poco de mujeres sueltan carcajadas y me gritan a coro: ¡empate técnico!

Antes pensaba que los hombres éramos más infieles; que nacimos para pecar de pensamiento, palabra y obra. La omisión no cuenta aquí por aquello del aforismo jurídico: sin cuerpo, no hay delito. Yo pensaba que si no había cerradura, no se podía meter la llave.

Pero con el tiempo, las cargas se han emparejado y hasta temas del folclor nacional lo reconocen. Sandra Sandoval con su remeneo le canta a la “cucarachita” de las mujeres y recomienda: ¡dale que te viene dando, quema que te están quemando!

El tema surgió durante una conversación con amigos en un restaurante local. Había un ministro de la época del noriegato, una exviceministra de la “Locura” y un asesor de la “Tortuga”.

El exministro exclama: “¡Xuxa, esa pregunta si está dura!”. Solo sonríe y prefiere guardar silencio que responder si los hombres son más infieles o las mujeres ganan. El asesor hace un guiño como diciendo mejor pregúntale a la doñita. Ambos tienen culillo. Parece que son vecinos de la exviceministra y temen que los dejen al descubierto con sus esposas.

La exfuncionaria de la “Locura” dice convencida que los hombres son más infieles… las mujeres tienen algo que las frena: los hijos y el qué dirán.

Comen calladas

Aun así, otras mujeres reiteran que, en cuanto a la infidelidad, el asunto es igualitario, pero sucede que los hombres son más “bocones, todo lo hablan, de todo se jactan… las mujeres comen calladitas”.

Dos recientes casos públicos y notorios de infidelidad, el de Reynaldo y el de una chitreana, parecen confirmar la tesis del empate técnico, pero también puso de manifiesto que estamos frente a una sociedad machista.

A Reynaldo nadie le vio la cara ni nadie supo realmente en cuál “push” era que estaba metido. Pero a la mujer a la que sorprendieron en el motel Cupido en Chitré su marido la asoleó con pelos y señales en las redes sociales.

En mayo, con una filmación de 15 segundos o “micromomento”, se apreció a la histérica mujer de Reynaldo pateando las puertas de varias habitaciones de un “push” capitalino. “¡Sal xuxa, Reynaaaaaldoooooo. Sal, y la hijueputa que está contigo que se pare bonito!”, eran los gritos.

A inicios de agosto se volteó la tortilla o se produjo el empate. Y de nuevo, las benditas o malditas redes sociales o antisociales fueron los canales de divulgación. Y es que ya uno no puede ni esconderse porque cualquiera te capta y sube tus secretos a Facebook, Twitter, Instagram o Snapchat. Para colmo, ahora llegó la realidad aumentada, donde un pendejo que está de espalda tiene ojos en la nuca con una cámara de 360 grados y puede captar cuando el “man” o la chica le pellizca la nalga al pastelito que tiene al lado.

Amor o la mayor

Esta semana, en el WebCongress, un evento sobre los avances en materia digital, reveló que las personas andan clavadas al celular a tal punto que observan su móvil hasta 150 veces al día. Un 42% se lleva el aparato telefónico al baño. Tras ese dato, le pregunto a una joven reportera de “día a día”: ¿Para ti qué es más sublime, hacer la mayor o hacer el amor? No aguanta la risa, pero pregunta es pregunta y con una picardía que le desborda exclama: “¡Hacer la mayor!”.

Y es que es verdad, la gente se lleva al móvil al baño. Quizás es un infiel que no quiere que le vean los chats con su segundo frente, o las fotos en bolas que le manda su amante, o ese es el mejor lugar para hablar sin levantar sospechas. Baja y baja la cadena y la bulla que hace el remolino del inodoro descargando silencia las palabras de amor.

Y es que los avances de la telefonía no paran. Ahorita acaba de llegar una vaina que puede ser el dolor de cabeza para los infieles: la aplicación Google Duo, es un formato simple videollamadas. Ya no podrás alegar que estás en el súper o trabajando horas extras, cuando en verdad estás sacándole punta al lápiz.

Pero volviendo a los infieles y los empates. La versión femenina de Reynaldo se registró en Chitré. Pueblo chico, infierno grande. Allá comenzó a circular un video que mostraba a una mujer en un auto “pick-up” con un hombre, dentro de uno de los cubículos del “push” El Cupido, mientras fuera de cámara su hombre le reclama que es "una perra" y que su familia se va a enterar.

"Usted tranquilo, llévesela oyó, eso era lo que yo quería", decía el marido fuera de cámara. 

"Aquí está I…, la agarré en el ‘push’ con el arquitecto, su jefe... Recoja en la casa sus cositas y lléveselas... Ahí tengo testigos, todo para llevarla a la fiscalía".

Dirigiéndose al arquitecto, dijo: "No voy a hacer nada contra usted... Usted es hombre y la mujer que puede enamorarla, la enamora. No voy a buscar problemas en su casa".

"El problema es con ella. Ella es una perra porque uno se da su lugar... putísima, porque dicen ¡No, yo no soy así!".

Al final de la historia, resurgió el machismo. El hombre se quedó trabajando en el Municipio de Chitré y la mujer tuvo que renunciar. El alcalde casi le otorga una medalla al barbarazo y lo calificó como un funcionario competente.

Señales de que te están quemando

María Marín, una motivadora boricua que estuvo en la Feria del Libro presentando su obra “Empujoncito para el Amor”, una guía de seducción para las mujeres, reveló a “Crítica” señales sutiles para darse cuenta de que tu pareja está siendo infiel, y no necesariamente son las camisas con olores a perfumes extraños o el labial en el cuello.

Para las que las que están pasando por la parrilla, deben ponerse chispas y alertas ante los siguientes síntomas:

1. Quiere tener más sexo contigo: Muchos hombres infieles se vuelven más sexuales de lo normal con su pareja. Esto se debe a dos razones: la primera es la que la atracción sexual que siente hacia su amante es tan fuerte que no puede controlar sus deseos de tenerla y busca a su esposa. La segunda es que se siente tan mal consigo mismo por su engaño que trata de compensar la traición con el afecto hacia su mujer.

2. Tiene gustos nuevos: Cuando un hombre muestra interés o gusto por algo nuevo, es señal de alerta porque algo diferente hay en su vida que ha provocado este cambio.

3. Te habla mucho de alguien que conoció recientemente. Su mente está enfocada en esa persona y todo lo relaciona con ella.

Según Marín, el engañado es el primero que se da cuenta de que algo inusual pasa, pero se hace el ciego porque teme enterarse de algo que desmorone su mundo sentimental. ¡Algo así como quémame, pero no me dejes!

Hablan “Huevito” y Beteta

En el debate entró también el diputado y ahora DJ Raúl Pineda. Este político que sale en las redes bailando “Ese Movimiento” alega que la percepción es que los hombres son más infieles porque son más abiertos en ese tipo de actuaciones o menos hábiles que las mujeres; las mujeres son más cuidadosas, pero a nosotros nos revienta el machismo.

Para Ricardo Beteta, de la Asociación de Mujeres y Hombres Nuevos, no hay diferencia en cuanto a quién es más infiel, pero destaca que los controles sociales están dirigidos hacia la mujer y la castiga más severamente.

En un mensaje de Twitter leí una frase fuerte: “No hay razón para ser infiel, más que ser un (a) hijo (a) de puta”. A lo mejor ese despechado (a) tiene razón, pero en el mundo hay mucha tentación, la carne es débil y la vista es necia. Al final, todo se resume en amor, pero hay quienes hacen una particular interpretación del mandamiento: Amar al prójimo como a ti mismo. ¡Quieren irse todos los días de cacería!

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