¡Rescate en Costa del Este!

Marvin Lagos no es un seguridad cualquiera. La noche del domingo salvó un pelícano que había quedado atrapado en un árbol del “boulevard” de Costa del Este.

El hombre de 32 años y hablar atropellado trabaja como vigilante en el edificio Paramount. El domingo hacía su habitual recorrido sobre el puente del río que desemboca en la bahía de Panamá, cuando observó al ave marina en problemas.

El pelícano estaba colgado de cabeza, atrapado entre las ramas de un árbol. El hombre hizo algunas maniobras para liberarlo, pero le fue imposible.

Ese animal fácil estuvo 5 horas atrapado, dijo Marvin a Crítica. Yo lo divisé como a las 6:00 p.m., pero al ver que no podía ayudarlo, llamé a los bomberos.

El carro bomba de los “camisas rojas” daba vueltas y vueltas sobre el “boulevard” de Costa del Este, sin poder ubicar a Marvin y su pelícano.

A lo largo de la avenida el resto de las personas circulaban ajenas o sin prestar atención a la suerte del pelícano que aleteaba y aleteaba torpemente. Un grupo de mozalbetes parqueaba en un mirador recientemente construido en Costa del Este; en vez de ayudar a Marvin, se dedicaban a piropear a las chicas que se ejercitaban a esa hora. Un señor caminaba con su joven hija y le gritaron: ¡vaya suegro!...el pelícano, les importaba un carajo.

Tras varios intentos de los bomberos, se optó por lanzar una cuerda sobre la rama donde permanecía atrapado el ave y jalar en los extremos para hacerla descender; hubo varios intentos hasta que se coronó la maniobra. Rama y pelícano cayeron en la orilla del río, tras un jalón de los “camisas rojas”.

Marvin Lagos enseguida tomó a su pelícano y lo controló. El ave estaba agotada y con una herida en el buche donde todavía mantenía uno de los peces que había engullido tras zambullirse en las aguas de “Mojón Beach”.

Un domingo casi a las 9:00 p.m. cuando se concretó el rescate, nadie, salvo los bomberos respondían. Se propuso llamar al Ministerio del Ambiente, pero un mirón exclamó: ¡Nombe, a esta hora Luis Sempris debe estar durmiendo”.

En redes sociales se mandó un tuit desde Crítica alertando al Ministerio de Ambiente y no hubo reacción. A Marvin, quien labora para la agencia Block Security, no le quedó otra que llevarse al pelícano a su puesto de trabajo, donde le habilitó una especie de jaula para que descansara y esperar la llegada de alguna entidad de rescate de animales. El reloj marcó las 6:00 a.m. del lunes y nadie llegó; ya el ave marina parecía recuperada, el vigilante Lagos la liberó y el pelícano: ¡voló, voló y voló!