Siesta, guaro y traición

Siesta, guaro y traición

Siesta, guaro y traición

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Juan Carlos Varela en Alemania dormía siesta entre reunión y reunión, tuvo tiempo para que se promocionara el Ron Abuelo en una de sus presentaciones y ante la presión de los reporteros del periódico Süddeutsche Zeitung, no tuvo más remedio que echar al agua a su amigo, exministro, financista y expresidente del panameñismo Ramón Fonseca Mora.

El interrogatorio de la periodista Jenny Pérez no fue el único momento incómodo de Varela en Alemania.

Ayer el Süddeutsche Zeitung, el diario que inició la investigación de los Panamá Papers, publicó otra entrevista al mandatario en Múnich.

El artículo, redactado por Sebastian Schoepp y Frederik Obermaier, también da cuenta de que el viaje no solo sirvió para tratar asuntos bilaterales, sino para promocionar Ron Abuelo, uno de los productos de la destilería Varela Hermanos.

A Varela lo describen a su llegada a Baviera como "un hombre de aspecto amigable que se parece un poco a un oso". Luego, hacen un recuento sobre la estrategia mediática del varelismo para sobrevivir la apaleada que ha recibido el país por cuenta de las operaciones oscuras de la firma de Fonseca Mora.

"Documentos publicados en los Estados Unidos muestran que el bombardeo de comunicación de Varela es administrado por Bellwether, una empresa de relaciones públicas que se especializa en el control de daños. Más específicamente, Mike Holtzman, un conocido profesional de relaciones públicas para el manejo de situaciones delicadas.

Holtzman representó al Gobierno chino cuando China presentó una oferta para los Juegos Olímpicos. El dictador sirio Bashar al-Assad ha pedido también a los servicios de Holtzman. Panamá, país que recientemente ha sido incapaz de pagar los salarios de cientos de maestros durante seis meses, desembolsa $50 mil al mes a Holtzman", plantea la nota.

El diario alemán destaca sobre el encuentro entre Varela y la canciller Ángel Merkel: "A ella le gustaría ver un acuerdo llegado a buen término en el intercambio de datos relacionados con los impuestos entre Panamá y Alemania. Tal acuerdo sería más fácil para localizar a los evasores de impuestos y lavado de dinero".

Merkel hizo un esfuerzo para pegarse con el protocolo diplomático, lo cual no es de extrañar, porque la canciller espera que las empresas alemanas reciban negocios en Panamá. No quería tener a Varela retratado como el presidente de tramposos fiscales. "Lo bueno es”, dice ella, "que ya tenemos un acuerdo previo”.

Lo malo es que dicho acuerdo no vale ni el papel en que se imprime: nunca ha entrado en vigor, escribe el Süddeutsche Zeitung.

Los periodistas hablaron con el ministro de Comercio, Augusto Arosemena, quien les repitió el mismo librito oficial: "Los Panamá Papers es un problema global, no de Panamá".

"Creo que los documentos fueron nombrados papeles de Panamá, porque nuestro país tiene un gran nombre y es un país donde en la mañana te puedes bañar en una playa del Caribe y en la tarde en otras del Pacífico”, fue lo que dijo Arosemena al diario alemán.

"La delegación de Panamá hizo declaraciones similares en eventos de todo Berlín. Pero convenientemente se saltaron la Wilhelmstrasse en su gira, donde los especialistas en el Ministerio de Finanzas de Alemania, han estado esperando en vano, durante meses, información secreta sobre las empresas y las cuentas en Panamá".

Cuenta la nota que en el Gran Hotel Elysée –por donde Varela realizó una de sus presentaciones- se vio un “stand” de "Ron Abuelo", el ron premium de la destilería Varela Hermanos, de los hermanos Varela. El gerente de ventas de la empresa es rápido en aclarar que el presidente no estaba aquí para vender ron.

En ese escenario, Varela rechazó inicialmente una entrevista con el Süddeutsche Zeitung. "El tiempo: el tiempo es nuestro mayor enemigo", dijo el embajador Guido Spadafora.

La publicación cuenta que luego Varela fue convencido por el empresario germano-colombiano Christoph G. Schmitt, director gerente del Club de América Latina, y fuerte representante de la industria alemana en América Latina.

La entrevista tuvo lugar en Múnich. "Comienza en español, pero luego cambia a inglés para evitar ser malinterpretado. Una docena de personas están escuchando, y más llegan a medida que pasan los minutos.

Preocupados por mantener el cronograma, las personas en el entorno de Varela comienzan arrastrando los pies. Tal vez están preocupados de que su presidente será humillado", relatan los reporteros.

Estos conocían todo sobre la cercanía de Varela con Jürgen Mossack y Ramón Fonseca Mora, los copropietarios de la firma Mossack Fonseca. Sabían que Fonseca era vicepresidente de su partido, el Panameñista, y asesor, hasta que tuvo que renunciar por el escándalo.

"Él (Fonseca) tenía su propio asiento en el gabinete, y en el pasado se consideró incluso su candidatura como ministro de Seguridad Pública . Al parecer, su nombramiento fracasó debido a las protestas del gobierno de Estados Unidos.

Tradicionalmente los EE.UU. ha ejercido un poder considerable en América Central, y los estadounidenses no quieren ver un presunto facilitador de lavado de dinero para ejercer cargos públicos", cuenta la nota.

Varela echa al agua a Fonseca

En la entrevista, Varela dijo que ordenó a Fonseca Mora a renunciar. "Él tendrá que asumir la responsabilidad de sus acciones - y en última instancia frente al juez".

Al cuestionarlo sobre si la renuncia de Fonseca Mora al partido y al gabinete era una forma de limpiar la casa, Varela respondió: "Bueno, sí".

Además, lo describe como un buen amigo, y que todavía lo es. Varela hace pausa por un momento y miró a sus asesores.

Sobre si creía que su amigo era inocente, dijo: "Si él hubiera siempre, siempre actuado correctamente, él no tendría ningún problema en este momento".

Según Varela, Ramón Fonseca perdió el control de su empresa. Se centró en la expansión y la apertura de oficinas en otros paraísos fiscales. Pero eso se ha terminado. El bufete de abogados ha despedido a decenas de empleados, y varias oficinas han tenido que cerrar.

"La firma está acabada", dijo el mandatario.

En la nota, los periodistas redactan: "La firma de abogados tenía clientes cuestionables, y los documentos de Panamá dan la impresión de que Mossack Fonseca sabía exactamente lo que estaba pasando en su empresa. Pero inesperadamente, Varela se distanció de la firma de abogados de su amigo".

Varela, embarrado con las “0ffshores”

Según la nota, críticos al presidente Varela han hablado de un "gabinete de altamar".

"Mossack Fonseca es solo uno de muchos bufetes de abogados panameños que están involucrados en el negocio ‘offshore’", relatan los periodistas alemanes. "Los demás también tienen vínculos con el presidente.

Por ejemplo, ministro de la Presidencia de Varela (Álvaro Alemán) es propietario de una firma de abogados que ofrece servicios ‘offshore’. Y el ministro de Economía de Panamá (Dulcidio de la Guardia) una vez trabajó para Morgan y Morgan, un bufete de abogados también en el negocio de empresas ficticias. Uno de sus socios (Luis Miguel Hincapié) pasa a ser el vicecanciller de Varela".

Acuerdo con Alemania

El mandatario habló con los periodistas sobre un acuerdo de intercambio de información tributaria con Alemania, en el cual ha prometido que incluirá un registro de los propietarios legales detrás de las fachadas de empresas misteriosas.

Varela afirma que él mismo se ha centrado en la limpieza desde que fue elegido presidente en 2014, pero –destaca el diario alemán- que los hechos pintan un cuadro diferente.

Hasta que los documentos de Panamá se publicaron, Jürgen Mossack, copropietario de la firma de abogados Mossack Fonseca, se sentó en el Consejo Nacional de Relaciones Exteriores. Su hermano fue cónsul honorario en Alemania. Ni hablar de Ramón Fonseca.

La nota incluye una reacción del Premio Nobel, Joseph Stiglitz, tras la entrevista a Varela. Él, junto a Mark Pieth, experto suizo en corrupción, renunciaron a un comité designado por Varela tras el escándalo de los Panamá Papers.

Stiglitz está molesto por los elogios de Ángela Merkel a Varela. Ese presidente ha hecho muchas promesas, pero no ha mantenido ninguna de ellas, dice el Nobel.

¿Qué tiene de especial la información Panamá tiene?"

Stiglitz responde: "Los papeles de Panamá mostraron que" dictadores, traficantes de armas, los financieros del terrorismo, los pedófilos, los lavadores de dinero y violadores de las sanciones utilizan los servicios de la firma de abogados Mossack Fonseca.

"La verdad es que las cosas eran mucho peores de lo que había imaginado", dice.

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