¡Ventura, la tuvo dura!

Gilberto Ventura Ceballos pregonó ayer ser “inocente” del secuestro y asesinato de cinco jóvenes chino-panameños, pero en la audiencia en el Segundo Tribunal Superior, todas sus alegaciones y tácticas fueron rechazadas.

El dominicano llegó –con la misma ropa de siempre- suéter azul, jeans y zapatillas con la custodia de 15 policías algunos de ellos con el rostro más cubierto que un robocop.

Su abogado Rogelio Cruz pidió posponer la audiencia por tres meses, alegando que era un caso complejo y no estaba preparado para la defensa, pero las magistradas lo rechazaron, alegando que ya antes –el 26 de octubre- habían otorgado una prórroga. Luego el jurista entregó un papelito a la magistrada presidenta de la audiencia Georgina Tuñón y ésta al leerla palideció.

Era un certificado médico donde incapacitaba a Cruz y que provocaría trasladar el juicio para el otro viernes, pero no fue admitido. La petición de Rogelio fue tildaba de “cinismo procesal” por la Fiscalía y los acusadores particulares.

La magistrada Tuñón le preguntó a Ventura –quien permanecía esposado- ¿cómo se considera? y el hombre dijo que inocente y empezó a denunciar que se le mantiene esposado 24 horas del día en la celda “La Chirola” de la Policía Nacional.

Tildó de “cínicos” a la Policía, porque el 26 de octubre el Tribunal les ordenó que le permitieran comunicarse con un familiar y eso no ocurrió hasta el 20 de noviembre.

Gilberto Ventura pidió que se le permitiera asumir su defensa, pero las magistradas se lo negaron. El dominicano insinuó que había policías metidos en el caso. Yo soy extranjero y aquí se habla de justicia, pero esto es un juicio de un tipo amarrado que enfrenta a otro que le entra a golpes.

Ventura alegó que en el 2011 vino a Panamá tras ser detenido en República Dominicano, para demostrar su inocencia, porque bien pudo quedarse en su país y no aceptar la extradición.

Voy a demostrar quiénes son los asesinos; en el propio expediente hay nombres y fechas que revelan quiénes son los responsables de los asesinatos, sostuvo. Le tiró un scud indirecto al acusador Balbina Rivas, quien dijo que sabía quién era el culpable de los hechos.

Durante la audiencia, el abogado Rogelio Cruz solicitó al Tribunal se girará un oficio para verificar la condena de un sargento de la Policía Nacional dentro de las investigaciones por el caso de los chinos-panameños.

Ventura en complicidad con su compatriota Alcibiades Méndez, secuestraban a los jóvenes, de entre 18 y 27 años, para luego pedir una recompensa a los allegados por su liberación, pero cobraban el dinero, mataban a los chicos y los enterraban en una casa que alquilaban en El Trapichito de La Chorrera.

Las víctimas de la matanza fueron: Yessenia Lou Kan (18 años), Young Wu Ken (27), Georgina Lee Chen (18), Joel Liu Wung y Samuel Zeng Chen (19). La primera víctima fue retenida el 20 de octubre del 2010, la segunda el 9 de diciembre de ese mismo año y las tres restantes el 7 de septiembre del 2011.

El fiscal Julio Villarreal y los acusadores particulares pidieron la condena de Gilberto Ventura Ceballo.

Los familiares de las víctimas que asistieron a la audiencia advirtieron que el dominicano era un tipo muy inteligente y envuelve a las personas para que crean que es inocente, cuando fue el planificador de hechos atroces.

Gilberto Ventura Ceballo nunca fue capturado por las autoridades panameñas; la primera detención se logró en República Dominicana, luego se fugó de La Joyita, para ser recapturado en Costa Rica.