Vida de perros

Lleva una vida con perros.

Antes le decían “Kojak”; pero ahora es “Perrero”. Al menos, ese fue el calificativo con el que su socio lo saludó.

Es Rolando Mirones, exdirector de la Policía Nacional. Ayer, abrió las puertas de su criadero de perros al lente de Crítica. El criadero se llama Magic de Vic-Winn, como su perro adorado. Está ubicado en Chame.

Allá, transcurren sus fines de semana, apartado de la vida pública y de la agitación política, por otra pasión que pocos le conocen: la crianza de caninos para llevarlos a competencias.

Son cinco los perros que tiene en ese lugar. Dos machos: Magic de Vic-Winn (doberman) y Logan de Altazor (labrador); y tres hembras labradoras: Dalila y sus hijas Bagheera y Gata.

Entrenamiento

Diariamente, los perros son sacados de sus jaulas durante dos horas. En ese tiempo se ejercitan corriendo. “Cuando vengo los llevo a nadar en la playa para que desarrollen musculatura y pecho”, reveló.

La preparación para las competencias internacionales la reciben en la capital. El entrenador es Cristian Vega. Los pone a correr a una mayor velocidad y por un tiempo más largo y también los ejercita en carrera al lado de una bicicleta; además de que a cada uno le enseña la pose propia de la raza.

Aunque Mirones no quiso hablar de precios porque “eso es un secreto de Estado”, señaló dos bolsas de alimento: “Ahí me gasté 140 dólares y eso no les alcanza el mes”.

“Sentimentalon”

Mirones, con rostro melancólico dijo que “es difícil verlos fríamente. Te encariñas con ellos porque estás viendo un ser vivo con el que te relacionas”.

Fue entonces cuando recordó a su amada Victoria, la perra con la que más logros alcanzó: ganó dos segundos lugares y dos terceros lugares en el Campeonato Mundial de Caninos en México. Sin embargo, tiempo después Victoria murió producto de una enfermedad. “Fue muy duro. No lo podía creer. La lloré”.