Podolski mantiene al Arsenal en la puja

El Arsena remonta 1-3 gracias a dos jugadas del reaparecido alemán

Tomado de: El Mundo


Minuto 64, el Arsenal pierde 1-0 frente al Aston Villa en la que sería su cuarta jornada seguida sin ganar en una Premier que parecía dominar con cierta firmeza. Es entonces cuando entra en el campo Lukas Podolski sustituyendo a Ramsey tras casi cuatro meses fuera del equipo por un fortísimo desgarro muscular. El alemán recuerda pronto al del doblete al Fulham en la segunda jornada, justo antes de recalar en la enfermería. Recuerda, además, que en una competición tan apretada el fallo no se vende barato. Ni caro, porque el Arsenal terminó venciendo 1-3.


Inició las hostilidades Theo Walcott en el 67 para igualar el tanto que había anotado Carlton Cole nada más comenzar la segunda mitad. En el 70, centró con rosca perfecta Podolski desde la izquierda y se la regaló al inglés para que anotase de nuevo. Celebraron juntos. Y otra vez, cuando el ex del Bayern de Múnich mandó a la red un balón que había protegido Giroud en el área como a su propio hijo.


Era el minuto 78, sólo habían pasado 14 desde su entrada, y el partido ya estaba resuelto para alivio de los gunners, que no podían fallar, porque no lo hacía el Chelsea, que venció 1-0 al Swansea con gol del belga Eden Hazard, y con el duelo directo entre Manchester City y Liverpool en el horizonte.


Antes, tampoco había caído el Manchester United, aunque empezó tropezando. Su temporada raya en lo anodino, con el actual campeón de la Premier sufriendo por asentarse en puestos europeos en Liga y deambulando sin excesiva brillantez en Champions. Pese a todo, sobreviven en los diablos rojos ramalazos de equipo grande, como la remontada de este mediodía frente al Hull en el primer partido del ya clásico 'Boxing Day'.


El regalo que la Premier League deja a los aficionados al fútbol cada Navidad empezó siendo carbón para el Manchester, que a los 12 minutos ya perdía 2-0 con goles de Meyler y Chester. Golpeados, quizá en el mayor escaparate del año, el día que más miradas gira hacia las islas, reaccionaron los de Moyes para dejar claro que contra un grande no todo vale. Entró Januzaj sustituyendo a Rafael, lesionado, en el minuto 17, y el partido cambió ya sin remedio.


Fue el belga, de 18 años, el que forzó nada más entrar la falta lateral que remató Smalling para el 2-1. El centro de Rooney fue perfecto, como el latigazo que inventó a partir de la nada apenas siete minutos después para igualar el encuentro. Empate y partido nuevo. Acusó el Hull la renta perdida y no recuperó la iniciativa nunca frente a un Manchester que ya vive cada jornada en el abismo, obcecado en no perder el tren tan pronto en una Premier tan abierta.


Las tuvo de todos los colores, aunque terminó encontrando su premio en un despeje defectuoso de Chester que se coló en su propia portería. Doblete amargo para el central, de efímero pasado en Old Trafford, que terminó marchándose como villano de un partido en el que durante mucho tiempo figuró como héroe. Meritorio, porque tuvo competencia: la de Januzaj, la de Rooney y la de David de Gea, que salvó en el descuento una ocasión clarísima que habría supuesto el empate y, mucho peor, otro duro golpe más en la maltrecha autoestima del United, que todavía mira desde lejos a la cabeza.

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