Homicidio por venganza

Arma



01



A una de las víctimas se le encontró una pistola, pero los homicidas no le dieron ni tiempo para utilizarla. Él se sintió entre amigos que en realidad eran enemigos.

En Panamá se cometen dos homicidios cada 24 horas, y la mayoría de los asesinatos quedan impunes en el mundo legal. Mientras, la realidad en la calle es otra: allí se aplica la ley del talión: “Ojo por ojo y diente por diente”.

La venganza es un factor que no está registrado legalmente, pero en los o barrios marginados del país, donde las pandillas y los sicarios viven, existe la venganza como la única forma de encontrar justicia.

ghetto,

El caso más reciente se registró en los primeros quince días del mes de abril, según consta en un documento oficial de inteligencia de la Policía Nacional.

El reporte indica que los grupos que operan al margen de la ley mataron a uno de los tres sicarios que presuntamente participaron del asesinato de dos primos y un amigo de estos, hecho registrado el 9 de abril en El Crisol, en San Miguelito.

En esa ocasión mataron a “”, ” y ”. Los asesinos se dieron a la fuga, pero “Rica”, quien falleció tres días después, dijo los nombres de los sicarios. Y al día siguiente fue cobrada la vida de uno de los criminales, en la costa atlántica.

Viti Viti“Kike“Rica

Los otros dos homicidas se encuentran plenamente identificados, y pese a que la Unidad de Homicidios y la Fiscalía Auxiliar realizan una investigación del hecho, la gente de los barrios son los testigos fieles de esas muertes por “vendetta”.

Lo único que incomoda es ver cómo jóvenes, que tienen todo un futuro por delante, han perdido sus vidas por una actividad que no deja más que dolor a los seres queridos, padres, madres y demás parientes, y acrecienta el estigma sobre la clase más vulnerable, los pobres, de que la violencia sale de allí.