Bala

Por: Milcíades Ortiz Catedrático -

Cuando me enteré de que se piensa la posibilidad de hacer un tren de alta velocidad “Bala” de Panamá a David, con ayuda de China comunista, mi mente se fue por el “túnel del tiempo”. Eran comienzos de los años setenta del siglo pasado. La dictadura militar panameña buscaba realizar obras que indicaran al pueblo lo positivo del nuevo gobierno. El ministro de Obras Públicas del momento citó a los periodistas para presentarles asombrosos proyectos… Lo que más llamó la atención fue un tren de la capital a David. Técnicamente no había tantas complicaciones porque ya existía una carretera que el tren seguiría. Se nos habló de numerosas ventajas que representaría la obra para el desarrollo del interior. Mostraron una maqueta del proyecto que impresionó a los presentes.

Otras obras serían una autopista Panamá-Colón, que llamaron “canal de concreto”. El viejo ferrocarril se modernizaría y sería el “canal de hierro”. Estas vías permitirían ampliar el manejo de carga y pasajeros entre el Pacífico y el Atlántico. Se habló de nuevas carreteras en la capital. Años más tarde se mencionó la “Costanera del Atlántico”, una vía de Colón a Bocas del Toro. Se desarrollaría ese sitio en todos los niveles. Lamentablemente, el tren a David, autopista Colón y el Ferrocarril y la Costanera no se realizaron en esa época. Esto atrasó el desarrollo de Panamá por muchos años y sus efectos todavía se notan. También como periodista asistí a una conferencia de prensa… ¡sobre el saneamiento de la bahía en los años setenta! Empresarios de Brasil indicaron que con un sistema barato de diques y filtros en ríos y cloacas que van a la bahía, se lograría limpiarla… ¡en unos seis meses! Esos diques costaban en esa época medio millón de dólares.

Realmente saldría barato limpiar la bahía de Panamá… ¡nada comparable con los mil millones y diez años gastados y todavía tenemos una cloaca en ese sitio! Eso de planes que no se realizan, a pesar de lo necesario que son para el futuro del país, también lo viví en los años sesenta. Como periodista fui en piragua por el río Bayano y presencié la primera palada de concreto que puso el presidente Roberto F. Chiari para la hidroeléctrica que no se hizo. Pasaron años para que se construyera. Más reciente, inversionistas extranjeros propusieron en diferentes provincias instalar productoras de electricidad a base de basura quemada. ¡Gratis recogerían ellos la basura…! (No me pregunten por qué no se realizaron estas obras) ¿Y el metro? Vi su maqueta hace unos veinte años.

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