Decisiones

Por: Yadira Roquebert Periodista -

Transcurre diciembre, un mes  que trae la brisa de la serenidad, de la paz,  de la esperanza, que hace soñar con lo imposible y  creer que los milagros son factibles.   Un tiempo que hace  recordar que  aunque  la vida no nos muestre su mejor cara, siempre  tenemos la certeza de que saldremos adelante, intentando ver, hacer y tomar las mejores decisiones.

De eso se trata  el mensaje de hoy: decisiones.   Como seres humanos estamos expuestos a tomar determinaciones, desde que abrimos los ojos cada mañana hasta cuando termina el día.  Definitivamente que la vida se forja a base de elecciones, y cada paso que se da incide en  el destino de manera  positiva o negativa.  La pregunta que me surge es: ¿Podemos  sobrevivir sabiendo que la elección que se tomó  no fue la correcta?

De seguro que  en el transcurso de la vida se cometen equivocaciones, pero lo que sí se debe aprender es que en  cada experiencia surge un aprendizaje, donde los errores  llevan al individuo a ser  más cuidadoso al tomar una decisión.

Con este tema del Mundial de Rusia y la participación por primera vez de mi Panamá, el país de las oportunidades, logré conocer el sentir del árbitro de Guatemala Walter López, quien dirigió el partido entre Panamá y Costa Rica, quien luego de unos meses exteriorizó su sentir tras la decisión de cantar el  polémico gol que se le atribuyó a Blas Pérez.    La decisión que tomó en ese partido ocurrió luego de considerar la opinión  de su asistente, y así lo expresa. A su juicio, esta decisión  evitó que fuera considerado para arbitrar el próximo año en el Mundial de Rusia.  Diría que son misterios de misterios que nos presenta la vida, y que a este señor árbitro nunca se le olvidará, por el contrario, lo tomará como un aprendizaje.

Ante la interrogante planteada, concluyo que claro que podemos sobrevivir ante una mala decisión, solo hay que canalizarla como aprendizaje.  La vida es un constante reto, donde es necesario tomar decisiones, lo malo es reincidir y volver a equivocarse.  En ese reto constante que nos presenta la  vida, la toma de  decisiones siempre estarán inmersas porque determinan nuestro destino.

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