Justicia Selectiva

Justicia Selectiva

Justicia Selectiva

Por: José Raul Mulino Exministro de Seguridad -

Hizo un año el 21 de haber salido de prisión. Aunque se sienta que el tiempo transcurrió rápido, mucho es lo que se acumuló durante todos esos meses. Vivimos y se vive en un país donde la justicia selectiva es moneda de curso corriente, con la plena cooperación de las autoridades que hacen y juzgan al inicio de los procesos. A los amigos en problemas, libertad y fianzas; a los adversarios CD cárcel y negación de fianzas.

No le deseo la cárcel a nadie, por más adversario que sea. Sonará extraño, pero es la realidad. Independientemente de lo que uno vive dentro sin libertad, de la impotencia ante la persecución y venganza políticas, es la familia la que más sufre. Ellos reaccionan a algo que en parte les es ajeno y que no hay explicación que valga, aunque los abogados traten de explicar.

La salida de Fonseca y Mossack abre una puerta para rectificaciones respecto de nuestros presos políticos. Si a Francolini, Pastor y Pérez no les conceden fianza o cambio de medida cautelar, así como a Garuz la libertad de salir de su casa, esteremos frente a innegables secuestrados judiciales. No puede ser que para unos si y para otros no. La detención preventiva, dice la ley que ignoran, es la última de las medidas cautelares, sin embargo las fiscales inquisidoras la aplican sin exclusión para los,opositores so pretexto de ser herramienta de una maquinaria de represión judicial y persecución política, situación que por sus funciones les debiera ser indiferente.

Han transcurrido tres años de gobierno Varela. El país se detuvo y la sed de venganza ha sido el norte de la acción gubernamental. De poca reflexión ha servido la calamitosa y precaria situación política en que se encuentran como para rectificar rumbos. Creen que con propagandas ilusionistas cambiarán el ya cimentado criterio nacional con que los tildan. El estigma de incapacidad es la realidad galopante que el pueblo ve y siente mientras espera con ansias que los dos años que faltan se consuman con rapidez. No importa el lugar, el sentimiento es idéntico. Varela fracasó y la venganza se le revirtió en rechazo y condena, digan lo que digan. Sus propios voceros se esconden y la defensa del gobierno ha quedado en manos de los call centers que solo tienen el insulto y descalificación vulgar como argumentos en las redes. Muy triste realidad la que viven.

Nos queda resistir en este tramo final. Apoyar a nuestros presos políticos y sus familias. Tener en mente que todo pasa y que falta menos para que esta hipócrita realidad termine y comencemos todos a reconstruir sobre los escombros del varelismo el país que merecemos, con honradez, eficacia y voluntad.

¡Fuerza a todos, que el reloj sigue su marcha y cada día que pasa es uno menos de todos ellos allá!

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