‘Lawfare’: política sucia

Por: Carlos Christian Sánchez Columnista -

Desde que comenzó el gobierno de turno, los esbirros del denominado grupo “MOTTIN” comenzaron una intensa campaña de desprestigio contra miembros de la pasada administración. La herramienta preferida fue lanzar un escándalo mediático exponiendo supuestos casos judiciales en programas de radio y televisión para generar opinión pública negativa, en especial contra el partido del “Loco”.

En términos jurídicos, esa maniobra se denomina “Lawfare”, término anglosajón que se divide en “law” (ley) y “warfare” (guerra). Es una “guerra jurídica”: el uso del sistema judicial para desacreditar a un adversario político. A buen entendedor, es la judicialización de la política. También es el comienzo de la selectividad en la investigación de casos polémicos de alto perfil, pero concentrados en neutralizar opositores.

Se dice en los corrillos de San Felipe y Cerro Ancón que algunos asesores extranjeros recomendaron al otro a extender el uso de esa campaña para evitar que la oposición tenga opciones de triunfo en 2019. El “matraqueo” incluso volteó miembros de las bancadas de los partidos, con la amenaza de levantar auditorías por las dichosas partidas circuitales del periodo 2013 – 2014.

No es la primera vez que el “Lawfare” se utiliza en la región. En Estados Unidos, el presidente Donald Trump y su equipo de campaña se aprovechó de las redes sociales, al igual que medios de comunicación para lanzar “Fake News” y causar rechazo hacia la candidata demócrata, Hillary Clinton. Al cumplirse hoy un año de administración republicana, el controversial mandatario gringo insiste en mantener ese tipo de presiones para despistar la atención de los estadounidenses sobre otros temas de interés nacional.

América Latina igualmente ha sido campo de batalla del “Lawfare”. Los grupos económicos vinculados a fuerzas políticas determinadas intensificaron este tipo de maniobra para tumbar varios gobiernos. El mejor ejemplo es Brasil, en donde los medios de comunicación manejados por ciertas fuerzas adversarias a Dilma Rouseff, hicieron que la señora dejara el poder. Argentina con Cristina Fernández de Kirchner fue la segunda víctima, cuando el grupo de Mauricio Macri hizo lo propio. Perú, Colombia, Chile y Uruguay son otros países que son objetivo de intensas campañas de “Lawfare”, a nivel político. Y parecen imparables.

A todos los lectores. No se deje manipular por el “Lawfare” que medios de comunicación relacionados al MOTTIN quieren imponernos. Cada ciudadano es libre de analizar la situación política nacional. Tengamos cuidado con los falsos “influencers” o presentadores de TV, que se venden de impolutos, pero hace un doble trabajo para desprestigiar a otros. “Think Smart”, piensa inteligentemente. Larga vida y prosperidad para todos. Saludos, amigos...

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