Reformas electorales

Por: Roquel Iván Cárdenas Catequista -

En estos días estamos analizando las reformas electorales que van a regular las elecciones en las que vamos a elegir a nuestras autoridades para el próximo quinquenio. Algunos quedaremos satisfechos con el resultado y otros no. Según las encuestas, un porcentaje de la población en términos generales no apoya al candidato del partido político que gane. El que salga electo legítimamente es el gobierno que todos los panameños hemos elegido independiente que hayamos votado por él o no. Al mismo tiempo el que salga electo debe gobernar para el 100% de los panameños y no solo para la fracción de la población que votó por él.

Nosotros como católicos no podemos desentendernos de este ni del próximo gobierno por banderías políticas. Si somos seguidores de Cristo, al que gane debemos apoyarlo con nuestras oraciones, ideas y todos los aportes que podamos realizar para el bien común. Tampoco podemos caer ni en la complacencia ni en el desinterés. Complacencia de aquel que porque simpatiza con el gobierno de turno se convierte en un defensor a ultranza de todas sus actuaciones como si fueron perfectos y jamás se equivocaran. O el desinterés del que se desentiende de los asuntos públicos como si el Estado le perteneciera al gobierno de turno. También tenemos la actitud del que se interesa, pero solo para criticar y no es capaz de ver nada bueno ni mucho menos aportar.

El mundo nos propone luchar por el poder para usarlo a nuestro favor. Pero un verdadero servidor de Cristo es capaz de anteponer sus intereses personales para servir a los demás. Al igual que ustedes, hermanos, yo tengo mis preferencias políticas, pero lo más importante no son mis ideas, sino por encima de todo hacer la voluntad de Dios.

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