Opinión - 31/12/17 - 12:00 AM

RESCATE DEL OLVIDO # 514. EPIFANIO GARAY 1849 - 1903

Por: José Morales Vásquez Investigador de arte -

“Muy a pesar de que para Colombia, como nos advierte el historiador Jesús Rincón de la Serna, Don Epifanio Garay representa el historiador más calificado, y una de sus glorias permanentes, nosotros los panameños nos atrevemos a insistir en que se trata a su vez del más notable de nuestros artistas, y el maestro de la pintura en Panamá.”

Finalmente, en el libro Cien Años de Arte en Panamá 1903 – 2003, página 10, al referirse a Don Epifanio Garay nos dice: “Podemos considerar a don Epifanio Garay como el gran precursor del movimiento plástico en Panamá y el generador entre la juventud de su época de una auténtica preocupación por las manifestaciones artísticas, en especial la pintura. Nace en Bogotá el 9 de enero de 1849, recibe sus primeras lecciones de pintura de su padre, don Narciso Garay, y luego del maestro José Groot. Después de obtener el primer premio en la Exposición de Bogotá en 1873, se traslada a Panamá para participar en la realización de algunas obras conmemorativas a la independencia del Istmo de España. El semanario del Progreso, del 6 de diciembre de 1874, comenta la obra de Garay en los siguientes términos: “Debemos una especial mención al señor Epifanio Garay, artista colombiano sobresaliente, que trabajó los cuadros que representan la Diosa Libre y los campeones de la libertad: Bolívar y Washington. El fino pincel de este célebre artista ha sido ya públicamente reconocido por el premio de honor que en nuestra nación ha alcanzado, pero en esta ocasión ha obtenido la admiración de nacionales y extranjeros por el mérito de las obras que se exhibieron en la Casa Municipal desde el 27 en la noche”.

Estimuladas las autoridades del Istmo con las obras de Garay, suscriben un contrato con el artista para realizar retratos de los gobernantes del Istmo desde 1855.

Fruto de esta iniciativa son los 36 retratos de gobernantes del Panamá que se encuentran en la Presidencia de la República.

En el año de 1882 recibe una beca para estudiar en París, que fue suspendida por el gobierno de Rafael Núñez en 1885. En esa ciudad, que vivía entonces la lucha entre los patrones estéticos del clasicismo como expresión de la aristocracia y la burguesía entronizada durante el gobierno de Napoleón 111, frente a las nuevas nociones sobre el uso de la luz, el color y el contenido espontáneo del impresionismo, se somete Garay a una dura selección estética.

Posiblemente por el prestigio de las academias se inclina a estudiar con William - Adolphe Bouguereau (1825- 1905), quien era uno de los baluartes de la pintura oficial francesa y “era cultivador de una pintura religiosa dulzona y convencional que gozó del favor de sus contemporáneos”. Como resultado de su contacto con la pintura francesa su obra está marcada por el academicismo, caracterizado por el excesivo cuidado del dibujo y la forma que predomina sobre la luz y el color, y no por las innovaciones que Eduardo Manet, Claude Monet y Augusto Renoir trataban de imponer en el movimiento plástico francés. Se desprende de estos antecedentes su predilección por los retratos y su poco interés por el paisaje o la vida urbana.

Su pintura está caracterizada por los fuertes contrastes lumínicos, en los cuales el uso del claroscuro entre el entorno y la imagen logra una atmósfera de gran evolución poética. Las gruesas capas de óleo y el insistente esfuerzo por destacar puntos lumínicos que concentren la atención sobre la imagen establecen umbrosas correlaciones visuales de mítica solemnidad, acentuada por el recorte que hace de los rasgos fisonómicos en los que concentra los principales focos visuales, dejando el entorno como un elemento secundario de apoyo a la composición. Desde el punto de vista académico y técnico sus retratos se inclinan más hacia una concepción romántica, por el uso de la luz y el color y la intensidad subjetivas que se le imprime a la imagen, que a la majestuosidad del neoclásico.

Entre sus obras más conocidas en nuestro medio podemos mencionar Retrato del obispo Victoria, Retrato de niña, Buenaventura Correoso y su dama, Retrato de Nicole Garay y Retrato del general Tomás Herrera. Gran parte de su producción se encuentra en colecciones privadas y museo de Colombia, país donde realizó obras religiosas como Retablo de la asunción de la Virgen en la Catedral de Bogotá. Garay recoge treinta años de la historia local panameña y es el gran maestro y precursor de la pintura panameña del siglo XX. Muere en la ciudad de Villalta (Colombia) el 8 de agosto de 1903.”.

Quiero desearles un feliz año 2018, a todos nuestros lectores.