¡Suerte, chamo!
Por: Yadira Roquebert Periodista -
Antonio es un joven profesional venezolano que se vio en la necesidad de abandonar su tierra natal debido a la difícil situación que se vive en esa nación. Ahora, tras cumplirse el tiempo para regresar, siente mucho temor, pero es importante y necesario que lo haga para cumplir con las normas vigentes en su país.
Los hechos que persisten y que se han extendido por casi dos meses mantienen en zozobra a los que están en el país defendiendo esa paz, que tarda en llegar; y también a los que se han visto en la necesidad de partir y que siguen a distancia los hechos que se registran.
No acostumbro a escribir sobre este tema, pero son múltiples las experiencias que conozco de inmigrantes que han encontrado un sitio de paz y provecho en mi Panamá, el país de las oportunidades, pero que añoran regresar a su terruño.
El saber que médicos y personal de salud de esa nación se han hecho eco de las protestas, con el fin de advertir que los medicamentos se agotan, me hizo emitir una opinión que llame a la concordia y a deponer posiciones para evitar que más ciudadanos sigan ofrendando sus vidas o, lo que es peor, mueran sin haber intervenido en acciones ni a favor ni en contra.
El valor a la vida debe estar por encima de cualquier tipo de interés particular. Los derechos humanos merecen ser respetados. Existe una población que lucha porque se les respeten sus derechos a la vida, a la libertad de opinión, a la alimentación y ahora también a la salud, para mencionar algunos de los derechos de los ciudadanos que les han sido vedados.
Opino que esa nación necesita un líder que trascienda fronteras y denuncie su causa, y en eso recuerdo cómo Panamá logró tener a un estadista que se lanzó a divulgar nuestra situación y logró el respaldo de países del orbe para enfrentar a la potencia del mundo, que al final accedió a devolver a los panameños el territorio ocupado.
Por lo pronto, espero que Antonio, este chamo valiente, pueda regresar a su patria, y logre realizar sus trámites sin ningún inconveniente, mientras oro para que el despeñadero de violencia que persiste en su país no afecte a más ciudadanos que luchan por un futuro mejor, con paz y democracia.