¡Adiós a Murder Cat!

Bajo estrictas medidas de seguridad, y al ritmo de sus plenas, fue despedido el reguesero Omar Javier Bellido Valderrama por familiares y amigos la tarde de ayer, martes, en el Templo Tabernáculo de la Fe, ubicado en Juan Díaz. Omar, apodado “Muder Cat” y “El Clíkiti”, de 35 años, fue asesinado el 19 de mayo en Ciudad Radial, de Juan Díaz, por dos sicarios que lo atacaron mientras conversaba con Lorenzo Martín Morales, de 23 años, apodado “Fefe”, quien sobrevivió. La mañana empezó lenta. Solo la familia y alguno que otro reguesero de manera puntal estaban en la Plaza Heliodoro Patiño, o Parque de Juan Díaz, en la Iglesia Virgen del Carmen. Finalmente, la hora anunciada para hacer la calle de honor llegó: 11:00 a.m., y los integrantes de la Banda Centenario no estaban. “Mr Saik”, amigo personal del artista, fue el primero en arreglar todo. Acordonó el bohío donde presentarían el féretro; luego ingresó la carroza fúnebre y con ella dos unidades móviles. El área estaba cargada de unidades de los linces, SENAFRONT y Policía Nacional apostados en las esquinas y mezclados entre los dolientes. “Julito Balacera”, allegado al cantante, dijo que la poca asistencia se debía a que “el tiempo estaba feo”: amenazaba con llover, a lo que se sumaba que se trata de Ciudad Radial: una zona caliente. Y a las personas que simpatizaban con el artista les daba miedo. A las 11:20 a.m. se abrió la carroza y se descubrió el ataúd por “Mr. Saik” y parientes. Y como un grito de guerra se coreó su nombre: ¡“Murder Cat”! La gente que asistió tuvo la oportunidad de ver el cuerpo, menos los de los medios de comunicación. Terminado el evento organizado por las autoridades del corregimiento Juan Díaz-lugar de origen de la víctima-se desplazaron en una romería al Templo, tomándose un carril de la vía José Agustín Arango. La carroza iba adelante... rezagada, la unidad móvil. El reguesero “Mr Saik”-con micrófono en mano-cantaba acompañado por la gente que, desbordada en pasión, gritaba y saltaba al ritmo de las contagiosas melodías. Entre el repertorio del artista se escuchaban las letras de: “ Accidente”, “Bien batro”, “Bien muerto”, “Gracias, Señor” y “No te cases”, entre otras. De esa particular forma ahogaban sus penas. Faltando 15 minutos para la 1:00 p.m. el féretro arribó al recinto santo. Allí se descubrió el ataúd y se permitió a los medios de comunicación realizar la cobertura periodística. Los regueseros no pudieron faltar: “Ruff Dad”, “Almirante”, “Monthy”, “Japanese”, “Dicky” “Ranking”, “Tonelada”, “El Emperador”, “Principal”, “Franciscao”, “Mc Sencillo”, “Robhino”, entre otros, quienes le hicieron una calle de honor al artista. “Mr. Saik” dijo que “Murder Cat”, entre sus últimas voluntades, pidió a Ashley, la esposa, que si moría lo vistieran igual que “Mr Saik”: suéter blanco, gorra blanca y lentes oscuros. Exactamente a la hora acordada: 1:00 p.m., el pastor Gregorio Velani ingresó al púlpito y tomó la Palabra haciendo una reflexión sobre la violencia que se ha tomado a Panamá. Recordó que el libro de Eclesiastés, en La Biblia, dice que existe un tiempo para todo: nacer, morir y llorar, etapa esta por la que atraviesa la familia Bellido Valderrama. Se dirigió a los artistas y les solicitó que cantaran a Dios, y que supieran que el hombre no es dueño del tiempo y que el espacio en que se está vivo, se debe sacar tiempo para Dios y componer canciones para el Señor. Terminado el culto salieron en caravana. El vehículo de la funeraria con el féretro y más atrás, parientes y seres queridos. En el Cementerio Municipal de Juan Díaz fue sepultado. Justo en una bóveda del ala derecha se colocó y selló el ataúd con “Murder Cat” adentro. De esa forma se hizo efectiva la frase del pastor Velani: “Más nunca volveremos a escuchar cantar arriba de una tarima, a Omar”. Investigación Dos sospechosos y un móvil que radica en vendetta entre pandillas maneja la Unidad de Homicidios de la Fiscalía Auxiliar referente al crimen del reguesero. Él solo fue un daño colateral.