Atrapan a Taveras, acusado de plagiar y matar a 5 chinos
Por: Redacción -
La justicia tarda pero llega. Ayer fue capturado en República Dominicana, Fermín Antonio Taveras Rodríguez y/o Ángel Betancourt, uno de los involucrados en el asesinato de cinco jóvenes chino-panameños, en el distrito de La Chorrera.
El hombre se había transformado. Se cambió el nombre, se tiño el cabello de un color cobrizo y se realizó una cirugía estética en los 10 dedos de las manos para cambiar sus huellas dactilares para no ser reconocido.
El jefe de la Policía Nacional de Santo Domingo, José Armando Polanco Gómez, reveló que el sujeto fue capturado dentro de un tanque de agua en una vivienda del sector de Boca Chica, en el cual se sumergió para evitar infructuosamente su captura.
Tras la captura de su cómplice Alcibiades Méndez, el ahora detenido huyó de Panamá el 14 de septiembre e ingresó a República Dominicana.
Ambos están involucrados en el secuestro y asesinato de Yesenia Lou Kam, de 18 años; Young Wu Ken, de 27; Sammy Zenq Chen, de 19; Yoel Liu Wung, de 19, y Georgina Lee Chen, de 18 años.
Para la captura de Taveras se montó una ardua labor investigativa y de inteligencia por parte de la Interpol y las autoridades dominicanas.
En su poder se recuperaron dos computadoras laptop, varios celulares, cédulas de identidad y pasaportes, cuya procedencia y autenticidad es investigada.
La Procuraduría dominicana iniciará los trámites para la extradición de Taveras a Panamá, cuya captura coincidió con la presencia en Santo Domingo de varios funcionarios panameños, entre ellos, el director de Migración y exjefe de la DIJ, Javier Carrillo.
Se le acabó el cuento
El 20 de octubre, Taveras llamó a Telemetro para denunciar que presuntamente dos policías estaban involucrados en los homicidios múltiples y que él no participó en el hecho, sino que fueron los uniformados y su compatriota Alcibiades Méndez.
Luego se descubrió que el nombre que utilizaba el dominicano correspondía a un sujeto muerto hace 15 años.
Méndez y Taveras iniciaron los secuestros en octubre de 2010.
Las víctimas de los dominicanos eran jóvenes hijos de empresarios chinos con negocios en La Chorrera. Llegaron a cobrar cerca de $200 mil como rescate, pero asesinaban a sus víctimas.
Los sujetos enterraban los cadáveres en la propia casa de Méndez, conocido como
