Aumentan los delitos de estupro

Un aproximado de ocho casos de delitos de estupro de parte de adultos en perjuicio de menores de edad se están reportando por semana, principalmente en tres corregimiento de la Ciudad Capital.

De acuerdo con un investigador, en el presente año se ha reportado un incremento de 55% del citado delito en comparación con el año pasado.

Los corregimientos Pacora, Las Mañanitas y Río Abajo son los que encabezan las estadísticas donde más casos son denunciados por los padres de las menores.

No todo se inicia allí, indicó la fuente, quien reveló que el incremento se da luego de que las menores, que oscilan en las edades entre los 13 y 16 años, primeramente son denunciadas por sus padres como desaparecidas.

Sin embargo, a los tres días, y hasta una semana, que las menores se acercan a su residencia, estas confiesan a sus padres que fueron víctimas de violación, privación de la libertad, y en otro caso, hasta tortura.

Ante tal situación, los padres de familia se acercan a las autoridades, en este caso al Ministerio Público, para poner la denuncia y muchas veces sus peticiones son ignoradas por los funcionarios judiciales, a pesar de que los resultados del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses (IMELCF) den positivo en los señalamientos descritos.

Las padres de familia que se acercan a los despachos judiciales son en su mayoría de estrato humilde.

En ocasiones deciden que sus hijas abandonen el colegio para cuidar a sus hermanos solas en casa.

Estando en casa, la adolescente es fácilmente ubicada por sujetos, quienes aprovechando su inocencia las cortejan, pero a pesar del consentimiento, es un delito.

Al pasar los días son convencidas y deciden irse erróneamente con los individuos que les prometen las estrellas.

En ocasiones, los padres tienen conocimiento de estas relaciones, pero los mismos ignoran la situación.

Sus padres, en su desesperación, interponen la denuncia de desaparición. Cuando en realidad, al final se convierte en otros delitos graves.

Muchas de las adolescentes quedan embarazadas y son abandonadas, en otros casos, quedan traumadas por ser blanco de violación, y en algunos casos son víctimas de enfermedades de transmisión sexual.

Luego de ser víctimas de esta situación, las autoridades judiciales no les dan seguimiento a estos casos; las jóvenes quedan envueltas de por vida por esta situación que incrementa las estadísticas de casos de delitos sexuales.

Gran parte de las denuncias tienen señalamientos directos, en este caso trabajadores del volante, como taxistas, conductores de buses y los denominados “secretarios” o “pavos”.

El investigador recomendó a los padres de familia mantener una comunicación directa con sus hijas adolescentes, con el fin de evitar estas situaciones lamentables.

A diario se reciben estas denuncias, que dejan marcado un hogar.