El hotel más chic de Tailandia

Por: http://www.cosmohispano.com/ -

Entrar en ‘Le Point Yamu By Como’ tiene algo de sagrado. Es introducirse en un templo del binestar, un lugar diseñado para dar placer al cuerpo y al espíritu. Una experiencia religiosa casi obligatoria si visitáis la isla tailandesa de Pukhet. Hoy os propongo un paseo por uno de los hoteles más exclusivos del mundo, donde cada objeto y cada espacio tiene personalidad propia… Esa marca de lujo y refinamiento queda patente nada más llegar. Las escaleras que dan acceso al lobby son como escalones hacia un lugar apartado que pocos tienen el privilegio de conocer. Y en todo lo algo, un altar repleto de flores y artesanías locales. La primera declaración de intenciones de un grupo hotelero que se distingue por su saber hacer y su clase. Los espacios son enormes y abiertos, propensos a una luz que todo lo inunda: las habitaciones, la piscina, el enorme comedor con lámparas venecianas, el jardín de líneas infinitas. Transitar por sus pasillos se vuelve una experiencia inolvidable…Como inolvidable es alojarse en cualquiera de sus 106 habitaciones. Cada objeto está creado para este lugar. Cada diseño ha sido concebido para participar en el equilibrio de toda la estancia. La cerámica del suelo la componen baldosas cuyo diseño se inspira en las grandes casonas italianas y cuya ejecución ha sido realizada por las mejores marcas del sector. El aroma que desprenden las flores, las orquídeas, impregna todo el cubículo nada más entrar. Y ese es el primer ‘chute’ sensorial que se transmite al cuerpo nada más traspasar la puerta. Es el primero, pero no el único. El baño lo componen azulejos de vidrio azulado y lámparas que simulan pompas, así que entrar en la bañera, es como sumergirse en el océano y abstraerse del mundo. Todo éste mundo infinito y a veces irreal es obra de una gran arquitecta italiana, Paola Navone, una reconocida profesional de Turín que ha vivido por medio mundo y que ha ido asimilando formas y texturas que ha rescatado para diseñar el Universo del Como. La cultura local está muy presente por doquier también en los colores. Por ejemplo, el naranja se manifiesta en más de una ocasión: en la puerta del comedor principal, en un paseo de árboles cuyos troncos están teñidos de azafrán, en la decoración del restaurante Thai, el Nahmyaa… Recuerda que en Tailandia es un color sagrado porque fue el que eligió Buda cuando decidió renunciar a su vida mundana. Quizá porque el naranja representa la mezcla entre la luz amarilla y el calor rojo, dos conceptos que templan el espíritu y relajan el alma para abrirla a nuevos placeres. El mar y el agua es una gran fuente de inspiración en el Como de Pukhet…La piscina es el ‘estanque mágico’ frente al que se producen alguno de los momentos más religiosos de toda la estancia. Puede ser durante el ‘sunset coctel’ que se sirve cuando los rayos del sol se están marchando. Puede ser recorriendo los 100 metros de la piscina o incluso refrescándote bajo las sombrillas que rodean todo el perímetro. El agua y el mar lo invaden todo, incluso los restaurantes. La Sirena es el más ‘abierto’ de los dos y el que más se frecuenta. Es bueno para el desayuno cuando la luz entra a raudales y es fabuloso para comer cuando la brisa te adormece circulando entre las sillas. Además de dormir, comer y nadar en entornos excepcionales, más placeres aguardan al visitante en el Como de Puthet, uno de los dos únicos establecimientos que ha abierto la marca en Tailandia. Hablamos por supuesto de esos maravillosos masajes imprescindibles cuando se pisa el país. Evidentemente los de aquí, acordes con la atmósfera, tienen otro nivel, así que hay que probar cualquiera de los tratamientos en cabina que ofrece el hotel. Los aceites esenciales, fabricados especialmente para el lugar, te dejan la piel como nueva. Sé que suena a anuncio de la tele, pero doy fe de que el líquido es un potente afrodisiaco que hace más efecto que un lifting expres. El ‘Como’ no tiene playa, pero eso no es una excusa para que los clientes puedan disfrutar de la arena blanca y fina de la zona. Así que lo mejor es hacerse una excursión a la playa privada de ‘Rang Yai Island’. ¿Os imagináis el placer infinito de pasear por un isla casi desierta pero acondicionada con todo lo que podáis desear? Pues eso es posible en algunos lugares como éste. Así que chicas, qué quieres que les diga… Hay hoteles de diseño y HOTELES DE DISEÑO. ‘Le Point Yamy By COMO’ es de los segundos. Una experiencia casi ‘orgásmica’ que no debéis de perderos aunque sea por unas horas…

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