¿Es posible ser madre usando un útero ajeno?

Una de cada 4.000 mujeres nace con el síndrome de Rokitanski, es decir, sin útero. Y miles de mujeres por año pierden su órgano luego de una hemorragia postparto o cánceres. Para estos casos, surge una nueva posibilidad: en septiembre del 2014 ocurrió en Suecia el primer nacimiento fruto de un trasplante de útero. Una mujer de 36 años de edad se convirtió en la primera del mundo en dar a luz gracias a este procedimiento. El útero trasplantado, en el caso de esta nueva madre, fue el de una amiga de la familia de 61 años de edad, que había llegado a la menopausia siete años antes. La paciente, que tiene intactos sus ovarios, produjo ovocitos que fueron fertilizados a través de una fecundación in vitro (FIV), antes de la cirugía. Un año después del trasplante de útero, los investigadores de la Universidad de Gotemburgo transfirieron un único embrión al nuevo útero. Tres meses después, la mujer estaba embarazada. ¿Quiénes pueden acudir a este procedimiento? La paciente ideal para someterse a la terapia no debe padecer enfermedades infecciosas, neoplasias (cánceres), obesidad y debe ser capaz de producir sus propios óvulos. No hay límites de edad, aunque es preferible que sea menor de 35 años, para garantizar una funcionalidad reproductiva óptima. La donante puede ser o no familiar de la paciente y la extracción del útero es sobre un individuo con vida, ya que no es un órgano vital. Luego del trasplante se debe dejar pasar un año, ya que hasta entonces el riesgo de rechazo y de posibles complicaciones del embarazo es más alto. Además, una vez que la mujer dio a luz, lo recomendado es retirar el útero para evitar infecciones, excepto que la paciente quiera tener otro hijo, que también es una posibilidad.