¿Qué hay detrás de las supersticiones más comunes?

Algunos hechos, fortuitos o intencionales, acarrean mala suerte y otros, según la tradición, buena. Son diferentes en cada cultura, pero hay algunos que se extendieron y son casi universales. Forman parte de comportamientos sociales muy arraigados. Desde los más disparatados hasta los más comunes, te contamos la historia de las supersticiones. * Tirones de orejas en los cumpleaños En muchas culturas, las orejas largas son un símbolo de sabiduría e inteligencia. Al tirar de ellas, las estiramos y ese acto es un símbolo en sí mismo del deseo de maduración, crecimiento y sabiduría. Dicen que las orejas de Lao Tse medían 17 centímetros. Para los hindúes representaban la inteligencia cósmica de Vaishvánara. También a algunos alienígenas y elfos se los representa con orejas grandes. Siddhartha, que alcanzó el estado de Buda, ya nació con orejas grandes y como venía de una familia rica, usaba aros que las agrandaban más todavía. Sus orejas grandes fueron símbolo de “saber escuchar” al universo y a la naturaleza. Simbolismo: A medida que vamos creciendo, escuchar se hace más importante que hablar. * Viernes 13 y número 13 En muchos países del mundo no existe el piso 13 en los edificios, es decir, está fuera de uso. Pocos se animan a casarse en esa fecha y los pasajes en avión o en barco bajan su precio, porque es menor la demanda. Pero, ¿qué es lo que da tanto miedo? Las razones de la mala fama de este número son múltiples y están dispersas en distintas tradiciones: *Supersticiones bíblicas: durante la última cena eran 12 los apóstoles y el número 13 traicionó a Jesús. El fin del mundo comienza en el capítulo 13 del Libro Apocalipsis. * Tarot: el 13 es el arcano innombrable, La Muerte. * Estaciones: Para el calendario lunar anual, en el mes 13 se produce la muerte del Sol, el solsticio de invierno, momento de oscuridad y sombra. * El número 12 suele ser sagrado y estar asociado a un ciclo completo en Astrología, Tarot y ciencias ocultas, mientras que el 13 es el salto a lo desconocido. ¿Por qué viernes? Según la astróloga Patricia Kesselman “El verdadero origen de esta superstición sería un relato de la mitología escandinava. En el momento en que las tribus de esa región se convirtieron al cristianismo, Friga -la Diosa del amor y la fertilidad- fue desterrada y acusada de "bruja". Se creía que, sintiendo rencor por esta situación, cada viernes se juntaba con otras 11 colegas y hacían maleficios para arruinar la siguiente semana.” * Gatos negros ¡Gatos! Estos pequeños leones, amigos de los seres humanos, pero sobre todo de las brujas, fueron adorados y venerados por los egipicios, sumerios, romanos y fenicios, entre otros. Para algunas civilizaciones eran la propia encarnación de los dioses (Bastet, la diosa egipcia es un ejemplo) y para otros, del demonio (más cercano a las creencias cristianas). Fue en la Edad Media, con las persecuciones de la Inquisición a las brujas (mujeres que buscaban la sabiduría a través de conocimientos de herboristería y hechizos) que cobraron mala fama. Como toda mala creencia, lo poderoso se temía y los gatos siempre encerraron un misterio sagrado. Parece que vieran más allá, son intuitivos y a la vez salvajes. Los de color negro, particularmente eran temidos, pues se creía que encarnaban demonios y que obedecían a sus amas fielmente. Si pensamos en todas las estigmatizaciones sobre la oscuridad, la noche, el conocimiento oculto, tenemos la respuesta. Simbolismo: Los gatos negros son símbolo de los poderes inconscientes. * Gatos atrae dinero para los negocios El gato del que estamos hablando se hace cada vez más popular y se lo puede ver en las vidrieras de muchos negocios. Se llama Zhaocai Mao en chino o Maneki Neko en japonés. Según una leyenda popular, una señora mayor que vivía en Tokio, era tan pobre, que tuvo que vender su gato. Poco después, este se le apareció en un sueño y le dijo que hiciera su imagen en arcilla. Ella lo hizo y enseguida la vendió. Entonces hizo más y también las vendió, los clientes estaban fascinados con el gatito. La mujer salió de la pobreza gracias al negocio de los gatos de arcilla. Simbolismo: Prosperidad al alcance de la mano. * Pasar debajo de una escalera Mucha gente las esquiva en las veredas o dentro de la casa. ¿Miedo al derrumbe? Puede ser, pero también algo más antiguo. El miedo a las escaleras está asociado con el miedo al patíbulo. Antiguamente había que usar una escalera de mano para colocar la soga de los ahorcados en la posición correcta… y el que pasara por debajo de la escalera corría el riesgo de encontrarse con el muerto. Simbolismo: Miedo al derrumbe, a la debilidad de lo sólido. Miedo a la muerte. * Abrir el paraguas dentro de una habitación Es considerado de mala suerte. Los primeros paraguas eran gigantes: estaban hechos de acero y si se abrían cerca de una persona podían llegar a lastimar. Otro posible origen de esta superstición proviene del antiguo Egipto, donde los paraguas (sombrillas) se utilizaban para proteger del sol. Si se abrían en lugares cerrados, era considerado una ofensa para el dios Ra. También el dicho “abrir el paraguas antes de que llueva” está hablando de lo mismo: ¿para qué adelantarse y preocuparse por cosas que aun no sucedieron? Simbolismo: Excesivo resguardo puede provocar el efecto contrario. * Tocarse un pecho o un testículo para alejar la mala suerte En muchas culturas la sexualidad es una fuerza protectora. Tanto que muchas veces se utilizaban dibujos de los genitales como amuletos contra el mal de ojo, la mala onda o la mala suerte. De ahí que tocarlos es una manera de invocar su poder. * Romper un espejo Los espejos fueron utilizados para artes adivinatorias varias y también para diagnosticar enfermedades. Los antiguos médicos consideraban que si el reflejo del paciente se veía distorsionado, es porque estaba enfermo. Por el contrario, cuando se veía nítido, se encontraba sano. ¿Por qué los 7 años de mala suerte? Siete años tarda el cuerpo en regenerarse, según antiguas creencias. Simbolismo: En los espejos se traducía el alma y también la conexión con lo divino y si se rompía esto, era símbolo de desconexión con el “yo interior”.