Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

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Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

Una noche al estilo de la vieja era

Por: José I. Huertas F. / VIVA Fotos: Aurelio Herrera -

¡Las manos arriba, gente! ¡Bomba y plena! Eran algunas de las frases que se escuchaban en una discoteca ubicada dentro de un hotel de la localidad, la cual se quedó chiquita para el tumulto de gente que allí se congregó a esperar con ansias la salida del gran Shaggy.

Desde las 8:30 p.m., los presentes ya estaban activados y con saldo, pero no fue sino hasta las 10:00 p.m. cuando el reguesero de la vieja guardia, Renato, dio cátedra al público de que la música de la vieja era no pasa ni pasará de moda.

Aunque pensamos que la mayoría de la audiencia serían jóvenes, nos equivocamos, la gran mayoría de pública era adulta y no dejaban de corear las canciones, tanto fue así, que el aire acondicionado ya no se sentía.

Por casi una hora, Renato soltó sus plenas como “Soy el más sensual”, “La tocadera”, “Qué bum bum”, entre otros.

Hubo un bache luego de la presentación del panameño, y a la medianoche las luces se apagaron por unos segundos y entró el plato fuerte de la velada, el jamaicano Shaggy.

Lo mejor de todo es que este no fue un concierto segmentado como otros, aquí todos estaban cerquita y tocando al artista y él estuvo cerca de su gente sin presentarse anomalías. Él no solo cantó éxitos suyos, sino que las colaboraciones también las interpretó como “Lubra” con Cali y El Dandee, y “I got you” con Jovi Rockwell.

Muchos ya pedían a gritos uno de sus temas más reconocidos y era “Boombastic”, y él complació a sus “fans” y apenas empezó a cantar las primeras líneas, la “people” se descontroló que hasta llovían algunas gotas de los tragos de los vasos de las personas, pero nadie se quejó y todo el mundo gozó.

Shaggy solo tuvo dos cambios de vestuario, pero el último fue el mejor, pues salió ataviado con el suéter de nuestra selección y el número 22 y así terminó su “show” pasada la 1:30 de la madrugada. Él bailó con su público y también con sus bailarinas, quienes se le menearon al son de un buen dancehall.

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