AL y el Caribe acuerdan resolver pacíficamente sus diferencias
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 33 países que integran el bloque, que no incluye a EE.UU. ni a Canadá, acordaron consolidar la paz en el continente bajo el presupuesto de "no intervenir directa o indirectamente" en sus asuntos internos y fomentar la cooperación e integración.
La Habana
EFE
Los países latinoamericanos y caribeños se comprometieron a resolver pacíficamente sus diferencias y a "desterrar para siempre" la amenaza y el uso de la fuerza en la región, en la II Cumbre de la Celac que concluyó hoy en La Habana.
Los jefes de Estado y de Gobierno de los 33 países que integran el bloque, que no incluye a EE.UU. ni a Canadá, acordaron consolidar la paz en el continente bajo el presupuesto de "no intervenir directa o indirectamente" en sus asuntos internos y fomentar la cooperación e integración.
El establecimiento de la región como "zona de paz" se convirtió así en uno de los puntos más destacados de la Declaración de La Habana, consensuada en la cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y que contiene 83 puntos.
El documento, en el que trabajaron durante tres días coordinadores y cancilleres hasta su aprobación definitiva este miércoles por los mandatarios, se caracteriza por promover pactos que impulsen la unidad en medio de la diversidad del bloque.
"La unidad y la integración de nuestra región debe construirse gradualmente, con flexibilidad, con respeto al pluralismo, a la diversidad y al derecho soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización política y económica", subraya la declaración.
El texto también indica que el fortalecimiento del organismo como "actor político internacional" debe ser prioridad, y en ese sentido celebra el establecimiento del Foro Celac-China y del Mecanismo de Diálogo con Rusia como elementos positivos para la comunidad.
La reconstrucción y desarrollo de Haití, el reconocimiento de los peligros del cambio climático para el Caribe insular, el apoyo a la iniciativa de una región sin hambre en 2025 y el recuerdo al fallecido presidente venezolano Hugo Chávez también fueron incorporados en la declaración.
Además, los dirigentes del bloque respaldaron el reclamo de Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas, el proceso de paz entre el Gobierno colombiano y la guerrilla de las FARC, y el fin del bloqueo económico que Estados Unidos aplica a Cuba desde 1962.
Sobre un posible ingreso al bloque de Puerto Rico, opción que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, comentó en los días previos a la cumbre, la declaración se limitó este miércoles a reiterar su "carácter latinoamericano y caribeño".
Puerto Rico mantiene el estatus de Estado Libre Asociado a EE.UU. desde 1952, lo que limita su autonomía en varios asuntos, como las relaciones internacionales.
Por otra parte, el foro insistió en impulsar los ritmos de crecimiento económico de sus países, teniendo en cuenta un "tratamiento favorable a las economías pequeñas y vulnerables".
Los problemas migratorios, la seguridad alimentaria, la necesaria contribución de la sociedad civil y del sector privado, el reforzamiento de la democracia y los derechos humanos, y la importancia de la inversión extranjera directa en la región fueron otros asuntos abordados por el documento.
Sobre el último punto, la Celac decidió "evaluar" la posibilidad de que la región "se dote de mecanismos apropiados para la solución de controversias con inversionistas extranjeros".
La segunda cumbre de la Celac cerró este miércoles con el traspaso de la presidencia temporal del bloque de Cuba a Costa Rica, y convertida en una cita "histórica", el calificativo más usado por los gobernantes participantes para describir el foro que supuso la total reinserción regional de la isla caribeña.
El cónclave, en la que participaron todos los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, salvo los de El Salvador y Panamá, subió su perfil con invitados como el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y el de la OEA, José Miguel Insulza.