ampliacion_canal_E2014 - 02/1/14 - 03:58 PM

Sacyr paraliza obras del Canal al no poder asumir el sobrecosto

Esa reclamación fue rechazada por la ACP, por lo que el consorcio apeló a la Junta de Resolución de Conflictos (DAB) prevista en el contrato para dirimir el asunto en segunda instancia y quedó como última posibilidad, si las partes no llegan a un acuerdo, un arbitraje internacional.

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Tomado de: El Mundo

Órdago a Panamá. El consorcio encargado de la ampliación del Canal, liderado por Sacyr, anunció este miércoles que suspenderá las obras debido a la imposibilidad de finalizarlas por los fuertes sobrecostes.

El Grupo Unidos por el Canal (GUPC), que además de Sacyr integran la italiana Impregilo, la belga Jan de Nul y la panameña CUSA, se adjudicó del proyecto de ampliación por un valor total de 5.250 millones de dólares, de los cuales 3.118 millones (unos 2.243 millones de euros) corresponden al contrato para la construcción de las nuevas esclusas. Según sus propios datos el proyecto de ampliación en su conjunto registra un avance del 70,7%, mientras que el de la construcción de los nuevos complejos de esclusas alcanza un 64%.
Los sobrecostes

Las diferencias entre Sacyr y el administrador de la infraestructura, la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), de propiedad estatal, no son pequeñas: 1.600 millones de dólares (algo más de 1.200 millones de euros) en sobrecostes. Los constructores han enviado una nota de preaviso de suspensión de los trabajos, según la cual dan 21 días para que asuma las exigencias económicas. Mientras tanto, las obras continuarán «con normalidad», según un comunicado del grupo enviado a la agencia Efe.

El Estado panameño rechaza cualquier «presión» para poner más fondos


La reacción a la suspensión de las obras fue inmediata por parte de las autoridades panameñas, que rechazaron cualquier posibilidad de asumir lo exigido. En un comunicado, la ACP señaló de que no está dispuesto a asumir esta cantidad «fuera del contrato». «No importa qué tipo de presión se haga, nosotros mantenemos nuestra exigencia de que GUPC respete el contrato que ellos mismos aceptaron y firmaron», indicó el administrador de la ACP, Jorge Quijano.

La ampliación del Canal de Panamá, por donde pasa el 5% del tráfico marítimo del mundo, es una de las mayores obras de ingeniería de civil de la historia. Fuentes de la constructora española explicaron a EL MUNDO que los sobrecostes no obedecen a una sola causa, «sino a múltiples expedientes, que van desde motivos climatológicos a cuestiones de hormigón».

585 millones de dólares


Éste último es uno de los puntos más relevantes. El consorcio de empresas cifra en 585 millones de dólares el impacto negativo que sufrió la obra fue debido al rechazo reiterado por parte de los técnicos del Canal de la mezcla de cemento para las esclusas, lo que generó mayores costes.

Esa reclamación fue rechazada por la ACP, por lo que el consorcio apeló a la Junta de Resolución de Conflictos (DAB) prevista en el contrato para dirimir el asunto en segunda instancia y quedó como última posibilidad, si las partes no llegan a un acuerdo, un arbitraje internacional.

En diciembre pasado, el GUPC presentó a la ACP otra reclamación, por valor de 850 millones de dólares. Sacyr, que prefiere no pronunciarse sobre los posibles movimientos de la autoridad panameña, entiende que la decisión se ha adoptado «por responsabilidad, porque la obra no podría seguir sin que se aportaran fondos nuevos, algo que no ha sucedido desde hace cuatro años». Sacyr aclara que no ha sido una decisión propia «sino de todos los miembros del grupo».

Incumplimiento de las obligaciones

El consorcio, en el comunicado difundido este miércoles, acusa a Quijano, de «fallar en el cumplimiento de sus obligaciones recogidas en el contrato, como la inexactitud de la información proporcionada al consorcio para ejecutar el proyecto, reconocida por la propia Administración».

Asimismo, las constructoras entienden «que el Administrador ha incumplido las propias normas y regulaciones establecidas por la ACP en el propio contrato (...) ha fallado en mantener y restaurar el equilibrio financiero con GUPC por los eventos imprevistos que se han presentado en la obra», añadieron en la nota oficial.

La administración de Quijano es acusada por el consorcio de hacer supuestamente «todo lo que está en su poder para evitar la resolución de las diferentes disputas y reclamos». Cumplir con los requerimientos del consorcio «supondría la alternativa con menor coste y menor tiempo posible de ejecución» de las obras de ampliación, que iniciaron en 2007 y se prevé que estén listas en junio de 2015, nueve meses después de lo estipulado en el contrato. Fuentes de Sacyr insistieron en que la obra está muy avanzada, «prácticamente a la vista» y que un acuerdo permitiría concluirla según los plazos previstos.

En la carta de preaviso se reitera que «ACP está al tanto de los intentos repetidos del contratista de reunirse al más alto nivel con la intención de discutir de una manera justa y apropiada una solución, bajo la ley panameña, de los grandes problemas financieros que están afectando el proyecto».

Un proyecto ambicioso y costoso

    2007. Tras aprobar en referéndum la ampliación del canal de Panamá, en 2007 se iniciaron los procesos de adjudicación de una de las obras de ingeniería más ambiciosas de los últimos tiempos.

    2009. El consorcio Grupo Unidos por el Canal (GUPC), liderado por la española Sacyr Vallehermoso y la italiana Impregilo, se hizo con la adjudicación de este mega proyecto por un importe de 3.118 millones de dólares (unos 2.243 millones de euros).

    2011. Hace dos años surgieron los primeros retrasos de la obra por problemas en la calidad el cemento para la estructura de las esclusas.

    2014. El GUPC anuncia la suspensión de las obras por no poder «continuar una obra en la que se proyectan 1.600 millones de dólares en sobrecostos».


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