Un grupo de personas se manifestó cerca del hotel donde está hospedado en Río de Janeiro el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, para pedir castigo para dos pilotos de ese país involucrados en el accidente de un avión de la aerolínea brasileña Gol que dejó 154 muertos en 2006.
Los manifestantes, que vestían camisetas negras estampadas con la frase "Yo soy una víctima", son parientes y amigos de las personas fallecidas en el accidente, cuando un Boeing 737-800 de Gol rozó en pleno vuelo con un avión ejecutivo y cayó en la selva amazónica.